El alcalde de Saint-Gervais,
Jean-Marc Peillex, ha estado durante un largo tiempo luchando contra los cientos de turistas "alocados" que llegan a la montaña
Mont Blanc a realizar prácticas peligrosas tanto para ellos como para el medio ambiente.
Hace algunos días, la autoridad comunal le pidió al Presidente de Francia,
Emmanuel Macron, tomar acciones urgentes respecto a los escaladores que llegan hasta la montaña, después del último turista que abandonó en la cima una máquina para hacer ejercicios.
La autoridad de la comuna, quien ha alertado respecto al
exceso de personas que llegan a la montaña más alta del oeste de Europa, aseguró que el domingo pasado un turista británico llevó una máquina de ejercicios a la cima para realizar un truco.
Sin embargo, durante el trayecto el escalador se quedó sin las fuerzas necesarias para poder bajar el aparato y la dejó en una cabaña de emergencias situada a más de 4.000 metros de altura.
En un comunicado publicado por el mismo Peillex, aclaró que el excursionista se identificó como
Disney y contó otros casos relacionados de turistas que contribuyeron a malas prácticas en la cumbre.
Durante el pasado fin de semana otro
turista alemán realizó el ascenso al Mont Blanc con su perro, a pesar de las advertencias de las brigadas policiales que fiscalizan el lugar durante el verano.
En un principio, el escalador había prometido que dejaría al animal en el refugio antes de subir la cumbre, sin embargo en medio de la noche decidió
llevarlo a la excursión. Y, a pesar de que este sobrevivió al esfuerzo físico, llegó con sus
patas ensangrentadas, según la imagen que publicó el alcalde en su cuenta de Twitter.
Crédito: Jean-Marc Peillex / Captura Twitter
Estos incidentes del pasado fin de semana se dieron después de que dos
alpinistas suizos aterrizaran en una
avioneta al este de la cima del Mont Blanc en junio y empezaran a escalar desde ahí.
Crédito: Jean-Marc Peillex / Captura Facebook."Esta situación ya ha durado demasiado", aseguró Peillex, haciendo el llamado a Macron para iniciar un
proyecto de ley que imponga multas y castigos a los "alocados" turistas para "retomar la paz en Mont Blanc".
Según el medio inglés The Guardian, las autoridades de la montaña luchan para poder enfrentar la gran cantidad de escaladores que llegan a la comuna para subir la
cima de 4.810 metros, algo que aumenta los riesgos de seguridad y el impacto medio ambiental.
El aumento de las temperaturas durante los últimos años ha hecho que el
permafrost, o la capa permanente de suelo congelado, se derrita causando el riesgo de desprendimientos de rocas en las rutas más comunes de la montaña.
Esta montaña es peligrosa por lo que debe ser escalada por personas
con experiencias en excursiones y conocimientos para evitar peligros de avalancha o grietas. Alrededor de 15 alpinistas murieron el año pasado, sin embargo cada vez más el atractivo turístico se está sobrepoblando, con visitantes que los convierten en un lugar para hacer trucos publicitarios, tirar basura y romper las carpas, entre otras actitudes.