El reconocimiento facial es una herramienta tecnológica que divide a varios expertos y países en torno a sus usos. La mayoría lo utiliza para resguardar datos como fotografías y conversaciones dentro de su celulares, pero otros van más allá de esta práctica.
Este debate llegó hasta un colegio en el norte de Suecia, en el cual implementaron esta herramienta como un proyecto piloto para
controlar la asistencia de los estudiantes a las clases a través del reconocimiento facial.
El proyecto contemplaba el seguimiento de 22 estudiantes, en un establecimiento de la localidad de
Skellefteå, durante tres semanas para detectar cuando cada alumno entraba a la sala de clase.
A pesar de que las autoridades escolares obtuvieron la autorización de los padres para realizar la prueba, la
Agencia de Protección de Datos (DPA) sueca aseguró que el plan piloto violaba varios artículos del reglamento europeo de
protección de datos, que la escuela no pidió autorización previa a la agencia para llevar a cabo la iniciativa y que el consentimiento no sería una vía legal en este caso.
"Hay un desequilibrio claro entre los dueños de los datos y quién controla esta información ahora", ya que los alumnos están en una situación de dependencia con respecto a la dirección del establecimiento, según aseguró el
Comité Europeo de Protección de Datos.La DPA multó a la municipalidad a cargo de la escuela con
200 mil coronas suecas (cerca de $15.000.000) por violar las leyes de privacidad. Esta es la primera vez que se impone una sanción por el
Reglamento General de Protección de Datos, el cual entró en vigencia en el país el año pasado, según informó la BBC.
Para la DPA, a pesar de que algunas partes de los establecimientos podrían considerase públicas, los estudiantes tienen ciertas
expectativas de privacidad cuando entran a las salas de clases.
Además, aseguraron que hay otras formas menos intrusivas de controlar la asistencia sin la intervención de cámaras.
Otros casos
Sin embargo, este no es el primer caso en el que se utiliza el reconocimiento facial dentro de los establecimientos y que se generan opiniones dividas respecto a esto.
San Francisco, Estados Unidos, se convirtió en la primera ciudad en prohibir el uso de esta herramienta tecnológica para la vigilancia e identificar crímenes.
En cambio, en varios establecimientos de China cuentan con este sistema para controlar la asistencia de los alumnos junto con uniformes inteligentes que sirven para frenar el absentismo a las clases. Estos permiten a los docentes saber la ubicación de sus estudiantes o activar alarmas cuando estos se quedan dormidos en clases, según publicó el Global Times.
En Estados Unidos, donde los tiroteos en colegios se han vivido en varias ocasiones, un distrito escolar de Nueva York implementó un sistema de reconocimiento facial para controlar y tener más seguridad a sus alumnos respecto a los atentados que se han realizado anteriormente.
Esta política generó controversia en varios apoderados del establecimiento por la protección a la privacidad de los estudiantes. Algunos aseguraron que se detectaría cada movimiento de los alumnos en los pasillos y sus interacciones con sus compañeros, sin embargo las autoridades escolares aseguraron que se utilizaría solo para actitudes sospechosas, según publicó The Guardian.
