El que algunos árboles ya hayan comenzado a florecer, que las temperaturas estén aumentando y durante las mañanas haya más claridad en el cielo, son claros indicios de que la
primavera se acerca.
Y como ocurre todos los años, a la llegada de la nueva estación se suma el
cambio de hora, que este 2019 tendrá lugar a las 00:00 horas del domingo 8 de septiembre. En ese momento, los relojes deberán adelantarse en
60 minutos y pasar a las 01:00 horas, lo que para todos los habitantes de Chile -a excepción de los de la Región de Magallanes- significará una hora menos de sueño.
Pero, ¿es recomendable anticiparse y reponer esa pérdida con una siesta, ya sea el sábado antes del cambio y/o el domingo después de este?
Según el doctor
Leonardo Serra, neurólogo jefe del Centro del Sueño en Clínica Alemana, la siesta
no es para nada efectiva, sino que por el contrario resulta contraproducente por lo que no es una medida recomendable.
El especialista explicó a
Emol que quienes duerman una siesta, lo más probable es que no tendrán sueño a la hora que normalmente se acuestan, entonces el
efecto será peor y se demorarán más tiempo en lograr quedarse dormidos.
"Es mejor que te falte sueño y llegar más cansado a la noche, para que te dé sueño más temprano y aprovechar eso", agregó Serra.
Efectos y recomendaciones
Con respecto al efecto que este cambio podría tener en las personas, el neurólogo aseguró que
no es algo significativo. "Todos los fines de semana prácticamente mucha gente trasnocha por una siesta, un cumpleaños, una salida, por ir a buscar a los hijos al carrete y
es muy frecuente perder una hora de sueño", puntualizó Serra.
Es por esto que su consejo es dejar de lado los panoramas programados para la noche de este sábado y así no sumar
horas extras a las que ya se perderán.
"
La idea es mantener la hora de despertada", añadió el neurólogo, indicando que "no hay que tratar de compensar esa hora durmiendo hasta más tarde, porque me va a costar dormir más temprano el día domingo y por lo tanto voy a tener que hacer la adaptación el día lunes que ahí sí que me va a costar más, voy andar con más sueño en el día que tengo que trabajar".
Por su parte,
Evelyn Benavides, neuróloga del programa Medicina del Sueño Clínica Universidad de los Andes, sostuvo que las personas en las que podría tener más impacto este cambio de hora sería en
niños pequeños, adultos mayores o pacientes que toman medicamentos para dormir.
"Van a estar algunos días con el horario un poco cambiado (…) Son
dos o tres días con dolor de estómago, bajo apetito y con problemas del ánimo, pero en general la mayoría de la gente sana, en dos o tres días ya logra tomar el nuevo horario", explicó.
Asimismo, la neuróloga recomendó seguir con las actividades en la mañana. "
Mantener los hábitos del sueño, vivir de día y dormir de noche, no tomar café ni bebidas con cafeína después de las cinco de la tarde, evitar el alcohol de noche, evitar las pantallas, el celular, la televisión de noche, y privilegiar las actividades deportivas en la mañana con luz de día y no en la noche", finalizó la especialista.