Cada año en la ciudad de
Nueva York, Estados Unidos, se realiza el homenaje a las víctimas que murieron en el atentado del 11 de septiembre de 2001, con la instalación de dos columnas de luces que iluminan durante siete días el mismo lugar donde estaban ubicadas las
Torres Gemelas del World Trade Center. La instalación luminaria intenta conmemorar a las
víctimas que murieron en el ataque terrorista perpretado por radicales islamistas, quienes derribaron ambas construcciones secuestrando aviones con pasajeros y matando a casi tres mil personas.
Sin embargo, a pesar del sensible reconocimiento hacia quienes perdieron la vida en el atentado, expertos aseguraron que esta instalación
pondría en riesgo a cerca de 160 mil aves migrantes al año, al desviarlas de su trayecto y dejándolas atrapadas en las poderosas luces que se proyectan hacia el cielo.
Las columnas, que se pueden ver a más de 90 kilómetros de distancia según los expertos en aves, coinciden en la fecha de la
migración anual de miles de aves que cruzan la ciudad de Nueva York, incluyendo aves cantoras, currucas amarillas y de Canadá, gorriones y otras especies.
Estos pájaros se confunden y
vuelan hacia las torres de luz, gastando su energía y poniendo en riesgo sus vidas, aseguraron las autoridades de
Audubon en Nueva York, los cuales se dedican a la protección de las aves.
Andrew Maas, miembro de Audubon, aseguró al medio local ABC News que la luz artificial interfiere con el curso natural de navegación de las aves. Circular a través de esta iluminación puede agotarlas y potencialmente conducirlas a su desaparición, agregó.
"Sabemos que es un tema sensible", dijo Mass al medio local, agregando que la organización ha trabajado durante años junto al Memorial y Museo del 9/11 y los creadores del tributo, para balancear la protección de las aves y poder tener el monumento temporal.
Además, las luces también atraerían a murciélagos y aves depredadoras, como halcones, los que se alimentan de pájaros pequeños y millones de insectos que también llegan debido a la luminaria, según publicó The New York Times.
Un estudio de
2017 publicado por Proceedings of the National Academy of Sciences, aseguró que el tributo del 9/11 afectó entre 2008 y 2016, a 1,1 millón de aves migratorias durante la exhibición anual, es decir alrededor de 160 mil al año.
La investigación también aclaró que las
aves se dispersan y regresan a sus patrones migratorios cuando se apagan las luces.