Recostada sobre una cama de hospital, pálida y repleta de tubos conectados a su cuerpo,
Simah Herman sostiene un cartel en el que se lee:
"Quiero iniciar una campaña de no vapeo". La joven estadounidense adoptó la decisión de
advertir sobre los daños a la salud que provoca la práctica de moda entre los jóvenes, luego de que a ella la dejara conectada a un respirador mecánico y en coma inducido.
Todo ocurrió a
mediados de agosto, cuando
Simah (18) comenzó a sentirse realmente mal e incapaz de moverse, además de tener
dificultades para respirar. Entonces, su padre la subió al auto y la llevó al hospital, donde le realizaron exámenes de rayos X que mostraron
áreas brumosas blancas en la base de sus pulmones.
Kathryn Melamed, la especialista que la atendió, consideró que
la joven podía tener neumonía. Sin embargo, en menos de 48 horas
su condición empeoró, y Simah
tuvo que ser conectada a ventilación mecánica y puesta en coma inducido.
Mientras tanto,
sus padres intentaban encontrar respuestas a lo que había ocurrido con su hija y
su prima fue quien les abrió los ojos. "Ella dijo: '¿Ustedes saben que ella fuma todos los días?'. Yo respondí: '¿Qué? ¿De qué estás hablando?'. Y ella afirmó:
'Ella fuma todos los días. Ella fuma esos vapeadores'", recordó Stacy Herman, la mamá de Simah, en entrevista con ABC News, medio que divulgó su caso.
Crédito: ABC News.
Cuando la joven despertó del coma, ya llevaba cinco días en el hospital. De inmediato
pidió un lápiz y la hoja de papel donde escribió su mensaje, ya que no podía hablar. "Fue lo primero que hice cuando abrí mis ojos", contó Simah, quien
confesó que comenzó a vapear a los 15 años y que
compraba los cartuchos en una tienda autorizada, a pesar de ser menor de edad.
"Entraba y decía: '¿Me da un paquete Juul?'. Y ellos me preguntaban: '¿Qué edad tienes?' Y yo les decía '22' y ellos solo respondían 'ok'", detalló la joven.
Asimismo, señaló que
llegó a consumir un cartucho de nicotina al día, lo que equivale a un paquete de cigarrillos tradicionales.
"
Nunca me vi como una fumadora (...) El vapeo simplemente hace que parezca nada. Como
si no estuvieras haciendo nada malo", sostuvo.
La joven también explicó que
durante sus años de vapeadora, perdió mucho peso, ya que
constantemente se sentía mareada y con náuseas, por lo que evitaba comer. Asimismo, dejó de ir a clases.
"
No sabemos qué componentes -si es uno específico o cierto producto o cierta marca-
son responsables de los efectos del vapeo tanto a corto como a largo plazo", explicó Kathryn Melamed, la especialista que atendió a Simah.
Por su parte,
su madre culpó a toda la industria. "Me molesta que vendan esta basura a los niños (...) Se ve y huele a mango, se ve y huele a chicle, y su habitación huele delicioso. Olí todos los paquetes. Huelen fantástico", aseguró.
A pesar de que
la joven dejó de vapear después de lo que le ocurrió,
reconoce que aún siente ganas de hacerlo. Sin embargo, cree que no es un antojo por la nicotina, sino que solo por el hecho de fumar.
Asimismo,
advirtió a quienes quieran probar los vapeadores aunque sea por una sola vez,
que se abstengan, porque después continuarán haciéndolo.
"Solo recuerda que no lo necesitas. Te matará", concluyó.