Jeanne en una imagen de 1995, cuando tenía 120 años.
Reuters
El
récord de longevidad de la francesa
Jeanne Calment, fallecida oficialmente a los
122 años en 1997,
es válido, según un estudio científico publicado este lunes, y basado en
nuevos documentos y modelos matemáticos que
descartan un posible fraude indicado en 2018 por investigadores rusos.
La idea de que la francesa, que se hizo célebre a finales del siglo XX a raíz de su extraordinaria edad,
no era Jeanne sino su hija Yvonne Calment, a la que habría sustituido en 1934,
"no tiene fundamento", afirman investigadores suizos y franceses en un trabajo publicado en el Journal of Gerontology.
Para apoyar sus conclusiones, los autores
recuperaron varios documentos históricos, entre ellos un
artículo aparecido en la prensa local en 1934 en Arles -donde vivía Calment- según el cual una "multitud particularmente numerosa" asistió a los
funerales de Yvonne, la hija de Jeanne, fallecida a los 36 años.
Difícil de imaginar que esos numerosos testigos no hayan observado el fraude, "salvo que se acepte la idea de complicidad de decenas de personas" en este fraude de identidad, subrayan los investigadores.
"Todos los documentos hallados van en contra de la hipótesis rusa", dijo el experto en demografía Jean-Marie Robine, director de investigación en dos instituciones en Francia.
El estudio analiza otro argumento de los investigadores rusos, que estimaban
imposible que un ser humano pueda vivir 122 años.
Al estudiar la longevidad de todas las personas nacidas en Francia en 1875 y 1903, los investigadores calcularon que un centenario tenía una posibilidad en diez millones de alcanzar la edad de 122 años.
Una probabilidad baja pero que no convierte la edad de Jeanne Calment en menos "creíble", según uno de los coautores del estudio, el experto en geriatría y epidemiólogo François Herrmann, de los hospitales universitarios de Ginebra.
Sin embargo, los dos investigadores rusos mantuvieron su versión, al asegurar que el estudio franco-suizo que refuta su hipótesis contiene numerosos "errores y lagunas".
"Los autores de esta publicación engañan a la comunidad científica mundial y al mundo entero para no desacreditar su trabajo anterior", declaró el gerontólogo Valéri Novosselov.
El matemático Nikolai Zak, miembro de la Sociedad de Naturalistas de la universidad de Moscú y que había puesto en duda por primera vez el récord de longevidad de Jeanne, estima por su parte que la publicación franco-suiza es "muy débil".
En enero pasado y tras conocer la hipótesis de los investigadores rusos,
familiares de Jeanne Calment se manifestaron indignados con la acusación de fraude. "Siempre he oído a mi abuela de la desgracia de Jeanne de perder a su única hija Ivonne (...) Esta teoría me parece
totalmente aberrante", digo una prima segunda de Jeanne.
En esa oportunidad, la pariente de quien tiene el récord de longevidad
descartó exhumar su cuerpo argumentando que "
hay que dejar las personas en paz cuando están enterradas".