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Varios son los que dejaron de lado las dietas bajas en calorías y optaron por darse más gustos de lo normal en estas
Fiestas Patrias. Algunos lo hicieron aumentando el consumo de asados, choripanes y empanadas, y otros ingiriendo más bebidas alcohólicas como terremotos, cervezas y vinos. Estos últimos probablemente estén experimentando
malestares matutinos, popularmente conocidos como
"resaca".
Guillermo García, urgenciólogo y director del Programa de Especialización en Medicina de Urgencia de la Universidad Finis Terrae, explica que la "resaca" común ocurre al día siguiente de tomar alcohol y una de sus consecuencias es la
deshidratación. "Como (el alcohol) es diurético estimula la orina inhibiendo la hormona ADH, a lo que se suma la presencia de grupos 'aldehídos', productos químicos de la degradación del alcohol que se van a todo el cuerpo y que en el cerebro
produce jaqueca", sostiene el académico.
A eso se suma que el
alcohol de mala calidad y baja graduación, produce más aldehídos y, por ende, un
mayor malestar.
El estado de la "resaca", dice García, depende de la
capacidad de metabolización de cada persona, que varía fuertemente según la edad. "Después de los 40 años, la 'resaca' puede llegar a durar más de un día a causa del metabolismo, que se va volviendo más lento en todo sentido", detalla el académico.
Cuándo recurrir a un servicio de urgencia
Sin embargo, la común "resaca" se puede transformar en una
intoxicación aguda si es que una persona bebe
más alcohol de lo que su cuerpo puede metabolizar, terminando en la sedación o "borrachera".
En este sentido, García aconseja que si la persona está inmersa en un
sueño tan profundo que es imposible de despertar o
si es que ha sufrido
golpes preocupantes
-como en la cabeza- producto del consumo del alcohol, es
importante recurrir al servicio de urgencia, "sobre todo porque las personas están tan sedadas que no sienten mucho dolor y pueden tener fracturas o tec sin saberlo", advierte el médico.
Además, si la persona presenta
vómitos repetitivos, impidiendo la hidratación, y con dolor abdominal intenso, que se focaliza en solo una parte del abdomen o cambia de lugar con el paso de las horas, es mejor recurrir a un centro asistencial. "Esto debido a que el cuadro
puede estar confundiéndose con una apendicitis, colecistitis o pancreatitis por gastroenteritis", aclara el médico.
Comer e hidratarse
Carlos Rivera, jefe unidad de Urgencias de Clínica Universidad de los Andes, advierte sobre algunos efectos que podría tener el exceso de bebidas alcohólicas en las personas. "
El alcohol no produce realmente alegría sino depresión y dependencia. Esa dependencia se traduce en querer consumir y no poder abstenerse ni detenerse en el consumo", señala.
Rivera asegura que es
importante comer antes de tomar una bebida alcohólica. "
La cantidad de alcohol que ingiere debe estar asociada al peso corporal y la capacidad de metabolismo del hígado. No solo importa la cantidad, sino que también la calidad de este", recalca.
Por su parte, García aconseja
hidratarse con abundante agua, y si la persona siente muchas náuseas y no quiere comer, puede recurrir a bebidas para deportistas.
"Estas bebidas contienen mucha azúcar, por lo que diabéticos y personas con obesidad no deberían tomarlas, y en caso de presentarse diarrea, puede aumentarla", advierte.
Finalmente, ante un cuadro de "resaca" el médico dice que puede manejarse con
paracetamol y omeprazol, los que ayudan "a mitigar el dolor de cabeza y la gastritis, que generalmente son los grandes síntomas de la 'resaca'".