Una nueva polémica enfrentan los duques de Sussex,
Harry y Meghan, en medio de su primera gira oficial en familia a Sudáfrica, junto a su hijo de casi cinco meses Archie, después de que medios ingleses revelaran una de las acciones que realizó su equipo de seguridad, la cual no se acomodaría a los constantes discursos de la pareja sobre el
medio ambiente.La controversia se generó por los autos
Land Rover que habrían sido trasladado desde Reino Unido en una embarcación a Sudáfrica para los 10 días que dura su gira, y así poder
resguardar la seguridad de los duques y su hijo en el país, según informaron fuentes del palacio real a medios británicos.
Los 4x4 habrían sido llevados hasta el continente africano desde Europa, ya que los organizadores y el equipo de la familia real no pudo obtener vehículos dentro del país que fueran los
suficientemente seguros y adecuados para poder trasladar a Harry, Meghan y Archie.
Sin embargo, a pesar de que las fuentes aseguraron que los autos, que serían alrededor de seis, fueron trasladados en embarcaciones ofrecidas por la empresa
Jaguar Land Rover, sin dejar un costo para los contribuyentes, la
huella de carbono dejada en los más d
e 16 mil kilómetros de viaje no pasaron desapercibidas por los medios ingleses.
Según The Times, el cargamento de vehículos incluía cinco Land Rover Discoverys como apoyo policial, junto con el Range Rover de la pareja, el cual utilizan en su casa. Además, aseguraron que la firma ha suministrado sus automóviles a la familia real durante décadas, incluso para vistas al extranjero.
Visita de la duquesa a la Universidad de Johannesburg en Sudáfrica, junto a uno de los automóviles cuestionados. Crédito: AFP
Sin embargo, esta no es la primera crítica que la pareja recibe por el uso de métodos de transporte como helicóptero o jets privados, a pesar de hablar en variadas ocasiones sobre su preocupación hacia temas ambientales y el cambio climático.
Para su viaje a Sudáfrica, los duques tomaron un vuelo de British Airways dejando atrás la reticente polémica a la que se vieron enfrentados por sus recientes vuelos en un jet privado para pasar días de descanso en España y Francia.