Sail to the Cop / Facebook
Un grupo de
36 activistas medioambientales zarparon ayer miércoles desde Amsterdam, Holanda, para comenzar un viaje de siete semanas a bordo del velero Regina Maris, y así poder llegar a Santiago de Chile y unirse en diciembre a la Cumbre Climática
COP25.
Durante las próximas semanas deberán enfrentar grandes desafíos en medio del océano Atlántico por una causa común. Esta se basa en poder llegar a la cumbre climática y convencer a los gobiernos y políticos de todo el mundo que las
emisiones de carbono de los aviones deben ser urgentemente detenidas para prevenir el aumento del calentamiento global.
"Realmente queremos hacer una declaración de que tenemos que
dejar de subvencionar el sector de la aviación y empezar a invertir en nuevas alternativas", aseguró
Anuna De Wever (18), fundadora de las Huelgas Escolares contra el Cambio Climático en Bélgica, y la tripulante más joven de la embarcación.
Durante el viaje, los activistas planean poder reunir para
presentar un plan de un tipo de transporte que sea amigable con el medio ambiente y darlo a conocer ante los gobiernos del mundo, en la reunión que se llevará a cabo desde el 2 al 13 de diciembre en Santiago.
Además, el grupo espera no solo pedir a las autoridades que se impongan impuestos al combustible que requiere la aviación, sino que también enviar un mensaje a la población mundial
llamando a no volar en este tipo de transporte, un movimiento conocido como
"Flygskam" o vergüenza de volar que es seguido por la activista medioambiental Greta Thunberg.
"36 activistas climáticos dejaron Amsterdam hoy para llegar a las COP25 en Santiago de Chile. ¡Van en velero! Que tengan un buen viaje y vientos justos.
¡Nos vemos en Santiago!", fueron las palabras de la sueca Thunberg en su cuenta de Twitter para apoyar al grupo de navegantes.
Jeppe Bijker, otro de los miembros del grupo, aseguró a The Guardian que su idea no es pedirle a las personas que dejen para siempre de volar en aviones. "
Les pedimos que piensen por qué vuelan. ¿Dónde necesitas ir? ¿Realmente necesitar ir? Quizás es un viaje de negocios y podrían hacer la reunión en una conferencia online. ¿Necesitas tomar cuatro viajes cortos durante el año o podrías hacer uno largo?", señaló.
Crédito: Sail to the Cop / Captura Instagram. El viaje
Los más de 30 tripulantes que van a bordo del
Regina Maris provienen de diferentes países alrededor de Europa y son apoyados por diversas ONGs y universidades, quienes ofrecieron soporte financiero y de investigación para el viaje. La planificación de la iniciativa duró alrededor de un año.
Durante la travesía en el barco de 45 metros de largo, con piezas compartidas de cuatro personas, se darán
comidas veganas que se prepararán en una pequeña cocina que se encuentra en del velero. Se detendrán en Casablanca, Tenerife, Cabo Verde y Recife para comprar algunas frutas y vegetales frescos, y poder tocar la arena por algunas horas.
A diferencia del yate de cero emisiones
Malizia II, en el que viajó Greta Thunberg desde Europa a Estados Unidos, este velero cuenta con un motor que será usado solo en casos especiales, como poder llevar el barco a puerto o evitar perder días cuando el mar esté calmado. "
Trataremos de usarlo lo menos posible, pero queremos llegar a tiempo", aseguró Bijker.
Se espera que el Regina Maris arribe en Río de Janeiro a mediados de noviembre y desde la costa de Brasil el grupo
tomará un bus para poder llegar a Santiago el próximo 2 de diciembre.
Los participantes aún no saben cómo volverán desde Chile a Europa, algunos esperan poder embarcarse en el Regina Maris nuevamente, mientras otros piensan hacerlo a través de buques de carga. "Eso es parte del mensaje,
queremos demostrar lo difícil que es llegar al otro lado del mundo sin volar y lo extraño que es que sea tan difícil porque no hay otras alternativas", finalizó Bijker.
Crédito: Sail to the Cop / Captura Instagram.