"
Te amo al igual que a cualquier otra persona. No voy a decir que espero que te pudras y mueras como mi hermano, sino que personalmente quiero lo mejor para ti". Las conmovedoras palabras fueron pronunciadas por
Brandt Jean durante la audiencia en que se conoció la sentencia para
Amber Guyger, quien en 2018 dio muerte a su hermano
Botham.
Este miércoles, un jurado de Dallas, Estados Unidos, sentenció a 10 años de prisión a Guyger por matar al joven de 26 años
en un confuso incidente el 6 de septiembre de 2018, en el que la acusada le disparó mientras este veía televisión y tomaba un helado en su departamento.
Según testificó la acusada durante los días del juicio, el incidente se produjo cuando regresó a su hogar después de un turno de 14 horas y
se equivocó de departamento, disparándole a Jean tras pensar que era un intruso que había ingresado a su propiedad. Sin embargo, la policía se encontraba un piso más arriba.
"Nunca quise tomar la vida de una persona inocente. Lo siento,
esto no es acerca de odio, es de haber estado asustada esa noche", testificó la semana Guyger.
El crimen provocó manifestaciones y llamados a la justicia debido a las extrañas circunstancias en que ocurrió y a una serie de muertes previas de afrodescendientes a manos de oficiales. Por esta razón, los abogados de la familia de Jean describieron el veredicto como
un hito en la lucha nacional por responsabilizar a la policía por el asesinato de afrodescendientes desarmados. La acusada enfrentaba hasta 99 años de cárcel por el crimen, pero el jurado la sentenció a 10, un castigo que el abogado de la familia consideró bajo. "El jurado condenó a Amber Guyger a 10 años. Por supuesto, eso
es insuficiente", dijo en su cuenta de Twitter Lee Merritt. "Todo el sistema de justicia es deficiente y el trabajo debe continuar", acotó.
El gesto que conmocionó
Sin embargo, uno de los hechos que marcó la jornada ocurrió cuando minutos después de conocerse la sentencia, Brandt Jean declaró ante su familia, la acusada, los abogados y la jueza, que
perdonaba a Guyger, pidiendo permiso para darle un abrazo.
"No iba a decir esto delante de mi familia ni nadie, pero ni siquiera quiero que vayas a la cárcel,
quiero lo mejor para ti porque sé que es exactamente lo que Botham hubiese querido. Lo mejor es que des tu vida a Cristo", declaró Brandt entre lágrimas.
"No sé si puedo, pero ¿puedo darle un abrazo? ¿Por favor?", preguntó el joven a la jueza
Tammy Kemp, quien después de unos segundos lo autorizó. En una imagen grabada por las cámaras del tribunal, se vio a Brandt ponerse de pie y dirigirse donde estaba la condenada, para rodearla con sus manos y abrazarla por algunos segundos. Ambos estaban muy emocionados.
Después del gesto, la propia
jueza imitó el actuar de Brandt y tras abrazar a Guyger, hizo lo mismo con los familiares del joven fallecido y sus más cercanos, en un conmovedor momento que quedó registrado y fue compartido por varios medios internacionales.
Por su parte,
John Creuzot, fiscal del distrito, describió el momento como un
"increíble acto de sanación". "Personalmente esperaba algo más de tiempo, pero respeto lo que el jurado hizo", agregó respecto a la sentencia.