La
apertura del Parlamento es una de las
ceremonias con más pompa en el Reino Unido, en la que la reina, jefa del Estado británico, inaugura el nuevo período legislativo leyendo un discurso desde el trono de la Cámara de los Lores (alta), en el que establece las prioridades del Gobierno.
Sin embargo,
en la ceremonia de este lunes la reina Isabel II rompió con una tradición: no usó la Corona Imperial. A pesar de que se vistió de gala -usó un vestido de seda blanco y plateado, combinado con zapatos y cartera en el mismo tono, aros y collar de diamantes-, y lució sus condecoraciones y túnica de terciopelo, en esta ocasión
la monarca optó por llevar sobre su cabeza una diadema más liviana que data de 1821.
El cambio ha generado una
serie de especulaciones respecto a que
quizás la Corona Imperial ya es demasiado pesada para la reina, quien tiene 93 años. Y por esta razón,
se decidió llevarla por separado desde la Torre de Londres en un carruaje fuertemente custodiado, sobre un elegante cojín de terciopelo rojo que luego fue instalado en un lugar privilegiado al costado derecho de la monarca, mientras que a su derecha se ubicó su hijo mayor y heredero al trono, el príncipe Carlos.
Crédito: Reuters.La
Corona Imperial fue hecha para la coronación del rey Jorge VI, el padre de Isabel II, en 1937, y está basada en una corona diseñada para la reina Victoria en 1838.
Con un
peso superior a un kilogramo, la corona
incluye 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas y 269 perlas, y es un poderoso símbolo de autoridad de la reina.
En "The Coronation", un documental emitido en 2018 por la BBC,
Isabel II aseguró que es engorroso llevar la Corona Imperial. "No puedes mirar hacia abajo para leer el discurso (...) Si lo hicieras, tu cuello se rompería", dijo.
En tanto,
la diadema más liviana que eligió para este lunes, también tiene su historia.
Fue encargada por el rey Jorge IV en 1820 para su coronación e
Isabel II la utilizó en la procesión a la suya, según informa el medio Express.
La diadema
incluye 1.333 diamantes y cuenta con
diseños de cruces, entre los que hay
rosas, cardos y tréboles, las flores representativas de Inglaterra, Irlanda y Escocia.
La diadema por atrás. Crédito: AFP.