El caso de una
gallina que murió luego de ser mordida por un perro, llegó a los tribunales de segunda instancia en Alemania.
El can mató a la gallina ponedora "Sieglinde" en el verano de 2017 en una granja de la localidad alemana de Weeze, en el Bajo Rin.
La dueña del ave pidió al propietario del perro
una indemnización de 4.000 euros (unos $3.500.000).
"Sieglinde" no era una gallina cualquiera, ya que
había sido adiestrada como mascota de cine y trabajó en una película que se emitió en la segunda cadena de televisión alemana a finales de 2018. Por lo tanto, la abogada de la mujer sostiene que
la suma está plenamente justificada.
Por su parte,
el dueño del perro demandado
duda de que el animal asesinado fuera en realidad "Sieglinde". Su abogado alega que en el corral había varias aves del mismo color marrón que la víctima.
Según la demandante, el dueño del perro había ofrecido, inmediatamente después del siniestro, una indemnización de diez euros.
Esto es "inadmisible", dijo la abogada de la mujer. "No es solo una 'gallina estúpida', sino un ser vivo, un animal de compañía", a lo que agregó que no hay que olvidar el costoso entrenamiento del ave de corral.
El tribunal de primera instancia concedió a la demandante aproximadamente 300 euros (unos $236 mil). La mujer recurrió la sentencia y espera que el Tribunal Regional le dé ahora la razón.