Para muchos, abrir un espumante es signo de celebración, mientras que otros simplemente lo ven como algo para disfrutar por la noche después de una intensa jornada de trabajo. Lo que sí está claro es que se trata de una bebida que se ve cada vez más en las mesas, ya que no solo se consume en eventos especiales, sino que también en el día a día.
Iván Valverde, sommelier de Bisquertt, explica que el consumo de espumante en Chile empezó en el año 1879, en un período en que se comienza a producir esta bebida en territorio nacional. Sin embargo, en esa época se le llamaba champagne, pero con la llegada de la nueva Ley de D.O (Denominación de Origen), ya no se pudo seguir dándole ese nombre.
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Solo los espumantes producidos en la región de Champagne en Francia pueden llamarse así, y todo lo producido fuera de esta región a nivel mundial es espumante", añade el experto.
A pesar del aumento de su popularidad, hoy en día, son pocos los que saben realmente la
diferencia entre los distintos tipos de esta bebida. En este sentido, Valverde explica que para ello hay que prestar atención al
porcentaje de azúcar residual por litro, lo que se evidencia en cuán dulce es.
La que menos tiene es
Nature, entre cero a tres gramos por litro. Le sigue la
Extra Brut, entre tres a seis;
Brut, entre seis a 12, y
Demi Sec, entre 21 a 50.
Felipe Rojas, Brand Ambassador de Vilarnau, señala que además de estos tipos de espumante también existe del
Doux o dulce, que se diferencia del resto por tener más de 50 gramos de azúcar por litro.
Con qué comidas acompañarlo, cómo conservar el gas y en qué copa es mejor
Para Valverde, los espumantes Nature y Extra Brut deben ser acompañados con platos
salados y grasos, el Brut con
ácidos y amargos, y el Demi Sec, con platos
dulces.
Por su parte, Rojas recomienda acompañar un
Brut con mariscos frescos, como ostras o preparaciones de sabor delicado como sushi, y un
Demi Sec con un postre de
frutas, como las tartaletas.
Respecto a la temperatura ideal para su consumo, Rojas señala que se debe servir entre
seis y ochos grados Celsius, en tanto que para Valverde es entre los
siete y diez grados, ya que así se pueden percibir mejor sus características como el aroma y el sabor.
Algo que les sucede a varias personas es que evitan abrir una botella si saben que nadie más consumirá el espumante, ya que una vez que se descorcha normalmente es difícil que conserve su sabor. Sin embargo, uno de los sommelier asegura que los
tapones de silicona o goma permiten
conservar las características de la bebida por alrededor de 24 a 36 horas si son guardados en el refrigerador.
Otro tema muy discutido entre los expertos en el tema es
qué copa es mejor utilizar para el consumo del espumante: si las clásicas alargadas, o flautas, o las que se ocupan para el vino.
Valverde cuenta que "en estos últimos años se ha determinado que los espumantes se expresan
mejor en una copa de vino más que en una copa flauta, pero mucha gente sigue optando por la copa flauta por lo elegante o estilizado que se ve".
Navidad y Año Nuevo
Para las fiestas de Navidad y Año Nuevo es común que varios opten por el espumante como parte del aperitivo e incluso para los platos principales. Es por esto que ambos sommelier entregan opciones de comidas que pueden ser buenas opciones para estas noches.
"Disfrutar la celebración con un buen espumante como aperitivo o para acompañar el plato principal, puede ser perfecto un cava Brut reserva, con pavo al horno relleno de manzanas y papas hilo. Ideal tomar a ocho grados", recomienda Rojas.
"Un Extra Brut para acompañar ostras en un aperitivo o un pavo con un Brut frutoso o Demi Sec si el pavo está acompañado con salsa agridulce", señala por su parte Valverde.