La viuda del pastor evangélico que
se ahogó con dos de sus hijos el 24 de diciembre en un hotel de Mijas (Málaga, sureste de España) dice que
los tres sabían nadar y que debió haber algo "mal" con la piscina, en un comunicado publicado en la página de Facebook de la iglesia Redeemed Christian Church of God (RCCG) del Reino Unido, a la que pertenecen.
Olubunmi Diya, que presenció el suceso en el Club La Costa, donde pasaban unas vacaciones, con la tercera hija, Favour, de 14 años, afirma que se sienten "perturbadas" por informaciones "erróneas" aparecidas en la prensa y desean aclarar "algunos puntos".
"Los tres sabían nadar. Nunca informamos a la policía ni a otras personas de que los miembros de la familia no supieran nadar", sostiene en la nota.
La madre explica que los cinco estaban juntos en la zona de piscina del complejo hotelero cuando ocurrió el accidente y los niños nunca estuvieron "sin supervisión", mientras que "en todo momento" siguieron las instrucciones expuestas en el recinto.
"Los niños entraron a la piscina por las escaleras pero se vieron arrastrados hacia el centro, que era más profundo, y pidieron ayuda cuando no pudieron salir", dice la señora, que subraya que su hija pequeña "no cayó al agua".
"Mi marido entró por las escaleras para tratar de ayudar a los dos con dificultades mientras que yo corrí a los apartamentos cercanos pidiendo auxilio para asistir a mi esposo", cuenta en el comunicado.
"Cuando llegó la ayuda, los tres estaban debajo del agua", mantiene.
Olubunmi Diya, que aclara que Favour "no fue sometida a una revisión médica", como al parecer publicaron algunos medios, dice que cree que "había algo mal en la piscina que debió dificultarles poder nadar en ese momento".
La viuda apunta que la investigación sobre el suceso continúa en España y revela que ellos no han sido informados por la Policía de ningunas conclusiones.
CLC World Resorts, la empresa española que gestiona el complejo, ha dicho en un comunicado que la "diligente y exhaustiva" investigación de la Policía española concluyó que la piscina operaba "con normalidad" y no había "ningún mal funcionamiento".
Según han indicado las autoridades españolas,
la investigación de la Guardia Civil sobre la muerte de los tres británicos apunta a un "trágico accidente" por la falta de pericia al nadar de las víctimas.La declaración de la viuda contradice las informaciones que contaban que Favour había declarado que su padre, Gabriel Diya, de 52 años, Comfort, de 9, y Praise-Emmanuel, de 16, no sabían nadar, por lo que los dos hombres habían fallecido al intentar rescatar a la niña, que había entrado en la parte honda de la piscina.
Olubunmi dice que la familia está "destrozada" y "conmocionada" por lo ocurrido y encuentra consuelo en su fe cristiana.
La sección británica de la iglesia evangélica Redeemed Christian Church of God (RCCG), donde Gabriel Diya era un pastor, expresó ayer sus condolencias a la familia y destacó que el difunto era un esposo "cariñoso y padre devoto" y un líder cristiano "humilde, amigable y comprometido".