Un hombre holandés fue sentenciado a 40 horas de servicio comunitario después de que en octubre pasado insultara, frente a funcionarios policiales, a la
reina Máxima de los Países Bajos y la llamara "hija de un asesino".
A pesar de que la esposa del
rey Willem-Alexander no se encontraba al momento del incidente, el hombre de 63 años, oriundo de Utrecht, realizó las ofensas frente a funcionarios policiales y, sin obedecer las recomendaciones quienes le advirtieron que los i
nsultos contra la monarquía son ilegales, continuó con los gritos.
Al momento en que el hombre insultó a Máxima ella se encontraba en una vista oficial en Tokio, pero de todas formas fue
arrestado y acusado de ofender a la corona. Según el informe del tribunal, obtenido por el Daily Mail, el holandés estaba en libertad condicional por un delito similar, y negó haber ofendido a la reina diciendo que solo recuerda haber insultado a su padre.
El padre de la reina Máxima, el argentino
Jorge Horacio Zorreguieta, desempeñó roles importantes durante la
dictadura militar del país, siendo primero subsecretario y después ministro de Agricultura entre los años 1976 y 1981. A pesar de que su rol no le trajo problemas judiciales, sí e
stuvo cuestionado por participar de un período marcado por violaciones a los derechos humanos. Incluso,
los padres de Máxima
no pudieron asistir al matrimonio junto al rey ni a la coronación de la madre de tres niñas, ya que los Países Bajos encargaron un informe respecto a Zorreguieta para conocer su participación en los hechos. A pesar de que concluyeron que el argentino "no estuvo involucrado personalmente en la represión", señalaron como probable que estuviera "
informado de las violaciones a los derechos humanos, desapariciones y torturas que se practicaron durante el régimen militar", según señaló en su momento El País de España.
Zorreguieta
murió en agosto de 2017 producto de un cáncer a los 89 años, y a sus funerales asistieron la reina junto a sus tres hijas en Buenos Aires, Argentina.