Este lunes, los duques de
Sussex se despidieron de sus labores reales dentro de la monarquía, para dar paso a sus vidas financieramente independientes, asistiendo al servicio religioso anual por el
Día de la Commonwealth en la Abadía de Westminster, en Londres.
La esperada participación de la pareja en su último compromiso real tenía a los medios británicos expectantes ante el momento en que los hermanos
Harry y William y sus respectivas esposas,
Meghan y Kate, se volvieran a encontrar frente a las cámaras.
Harry y Meghan llegaron a la iglesia londinense y se dirigieron a sus asientos en segunda fila, junto al príncipe
Eduardo y su esposa
Sofía. A los pocos minutos, William y Kate se acercaron al mismo lugar, ubicándose en la primera hilera de asientos, y teniendo una
breve y fría interacción con los Sussex.
En un video que difundido en las redes sociales se puede ver a Meghan sonreír a su cuñado William, mientras este dedica pocos segundos para dirigirle la mirada. Por su parte,
Kate solo saluda y conversa por algunos minutos con la condesa de Wessex,
sin tener mayor interacción con Harry y su esposa. A pesar de no conocer el contexto de la situación, ni si las parejas tuvieron un momento privado antes de la actividad oficial, varios medios especularon sobre la
tensa relación que existiría entre ambas familias después de que los Sussex dieran a conocer su decisión de dar un paso al costado de la casa real.
Cabe destacar que el compromiso fue el último de la pareja antes de que el próximo
31 de marzo se oficialice su salida de la monarquía. Ahora se espera que vuelvan a Canadá, donde ambos han estado viviendo los últimos meses junto a su pequeño hijo Archie.
Mira el
momento del saludo entre los Sussex y los Cambridge:
Saludos lejanos tras coronavirus
Otros de los temas que marcaron el evento fue la forma en que los miembros de la familia real y las autoridades saludaron a los demás asistentes, a medida que iban llegando a la iglesia de Londres. La preocupación ante el
brote de coronavirus en el país se hizo notar y la mayoría evitó el contacto piel con piel.
Por un lado, el
príncipe Carlos juntó sus manos con el signo de "
namaste", un saludo tradicional de India, hacia algunos de los asistentes que esperaban en fila en la entrada de la iglesia. Otros miembros asintieron con la cabeza con una sonrisa en señal de respeto.
Por su lado, Harry saludó a uno de los cantantes invitados a la ceremonia con su antebrazo realizando una especie juego de brazos para no tocarse entre ambos.
Crédito: JN Londoner / Twitter
