Las autoridades de Pamplona, en España, y de Baviera, en Alemania, anunciaron este martes la
cancelación de dos emblemáticos eventos europeos debido a la pandemia del
coronavirus: las
corridas de San Fermín y la
fiesta de la cerveza de Oktoberfest, respectivamente.
"La salud es lo primero", afirmó la alcaldesa de Pamplona en funciones, Ana Elizalde, durante una rueda de prensa, en la que
no descartó que los festejos puedan celebrarse varios meses después de su fecha tradicional, entre el 6 y el 14 de julio de cada año, para lo que dijo que habría "flexibilidad".
La autoridad reconoció que la suspensión, "por muy esperada que fuese, no deja de producirnos a todos un poso de tristeza".
Aunque esta
no es la primera vez que se suspenden las fiestas en honor a San Fermín,
nunca antes se había tomado la decisión debido a una pandemia, según el historiador local Miguel Izu.
Las corridas de San Fermín son conocidas por las carreras de mozos junto a toros por las calles del casco histórico de Pamplona, pero el programa incluye muchas otras actividades como conciertos y un concurso internacional de fuegos artificiales.
"El riesgo es sencillamente demasiado grande"
Por su parte, las autoridades de Baviera optaron por suspender el
Oktoberfest, la más multitudinaria fiesta de la cerveza del mundo, que debía celebrarse entre el 19 de septiembre y el 4 de octubre próximos en Munich.
"El riesgo es sencillamente demasiado grande, no se puede trabajar con distanciamiento y mascarillas en el prado, simplemente no funciona", declaró Markus Söder, jefe del Gobierno de Baviera, al referirse al recinto donde se celebra la fiesta, el "Theresienwiese" (Prado de Teresa).
Celebrar una versión reducida del Oktoberfest como alternativa, "no tiene sentido", por lo que "lamentablemente, 2020 será un año sin 'Wiesn' (apócope de Theresienwiese)", dijo.
"Vivimos en otros tiempos, y vivir con el coronavirus significa también vivir con cuidado", agregó.
"Todos echarán de menos la fiesta, también en lo que respecta a su bolsillo", sostuvo por su parte Dieter Reiter, alcalde de Munich.
"Pero en estos tiempos sencillamente no se pueden celebrar fiestas populares", lamentó, y expresó su esperanza de recuperar el próximo año el "Oktoberfest", de manera "más alegre e intensiva".
