Una nueva encuesta del Eurobarómetro, publicada este viernes por el Parlamento Europeo con motivo del Día de la Mujer, arroja que las mujeres de la Unión Europea son ahora más dependientes económicamente de su pareja y cercanos que antes de la pandemia.
De acuerdo al sondeo –respondido por 26.741 mujeres de más de 15 años–, el 38% de las encuestadas cree que la pandemia empeoró su situación económica, sobre todo porque no pudieron realizar tanto trabajo remunerado como hubieran querido por el impacto de la crisis en el empleo (31%) o por la mayor carga de trabajo en casa (25%).
Además, cerca de un 20% considera que la emergencia sanitaria por el covid-19 las hizo más dependientes económicamente de su pareja, familiares o amigos. Mientras, que un 44% cree que la pandemia empeoró la conciliación de la vida laboral y familiar.
Aumento de la violencia física y emocional
En tanto, un 77% considera que la pandemia provocó un aumento de la violencia física y emocional contra las mujeres en su país y un 58% cree que facilitar las denuncias es clave para acabar con esa realidad.
Entre una y dos de cada diez conoce un caso en su círculo familiar o de amistades, ya sea de acoso en Internet o en la calle (ambos 16%), violencia doméstica o económica (14%), o acoso laboral (11%).
Asimismo, un 58% de las encuestadas cree que la clave para detener este tipo de violencia es facilitar que las mujeres informen de ella, incluyendo las denuncias ante la policía; mientras que un 40% apuesta por mejorar las opciones de ayuda, ya sea a través de líneas telefónicas específicas, aumentando la conciencia sobre el problema o mejorando la formación de autoridades policiales y judiciales sobre el tema.
Una proporción similar cree que es fundamental mejorar la independencia financiera de las mujeres; en tanto que un 25% considera necesarias más medidas frente al acoso en línea.
El 22% dijo estar deprimida
Más allá del impacto económico, la pandemia también tuvo un costo en términos de salud mental para las europeas: un 44% de las encuestadas considera que fueron afectadas de forma importante por el confinamiento y los toques de queda.
Una proporción algo menor cree que su salud mental se vio afectada por las restricciones de viaje (33%), el cierre de su lugar de trabajo (28%) o de escuelas y guarderías (26%), aunque en este último caso la tasa sube hasta el 40% entre las mujeres con hijos pequeños.
En tanto,la mayoría aseguró sentirse preocupada por su familia o amigos (44%), ansiosas y estresadas (37%), preocupadas por su futuro (33%), atrapadas en casa (30%) o aisladas (29%), mientras que una de cada cinco (22%) dijo estar deprimida.
Las jóvenes son las que más han sentido el impacto sobre la salud mental, según el Eurobarómetro, donde se refleja que las mujeres de entre 15 y 24 años son las más propensas a considerar que las medidas adoptadas por la pandemia les han afectado en todos los casos, con excepción del cierre de escuelas.
La diferencia de edad se nota también a la hora de decidir a quién recurrir cuando hay problemas de salud mental: aquéllas de entre 15 y 24 acudirían sobre todo a familia y amigos o a un psicólogo o terapeuta, mientras que las mayores de 55 años recurrían en primer lugar a su médico de cabecera.
Consultadas sobre qué prioridades políticas debería fijarse el Parlamento Europeo en cuestiones de género, casi la mitad de las encuestadas ve prioritario atajar el tráfico y explotación sexual de mujeres y niños, así como la violencia contra las mujeres (47% en ambos casos).
Además, cuatro de cada diez mencionan acabar con la brecha salarial entre hombres y mujeres, y tres de cada diez ven prioritaria la conciliación entre vida laboral y familiar, así como la protección de las mujeres pertenecientes a grupos vulnerables.