En los últimos dos años los esfuerzos mundiales se han volcado a contener el covid-19, tras convertirse en la primera pandemia en azotar al planeta en los últimos cien años.
Y si bien la emergencia sanitaria aún no cede e incluso ha recrudecido en algunos países, en las últimas semanas, en distintas regiones del mundo, se han registrado brotes de al menos tres enfermedades que parecían estar a raya.
Inusual brote de encefalitis japonesa en Australia
Uno de los casos es un inusual brote de encefalitis japonesa que afecta al sur de Australia desde el mes pasado. Ésta es una enfermedad endémica de algunas zonas de Asia y del extremo norte de Australia, pero no así del sur de ese país.
La encefalitis japonesa se transmite a las personas por picaduras de mosquito. Sus síntomas son fiebre y cefalea, pero en los casos más severos los pacientes sufren de fiebre elevada, rigidez de nuca, desorientación y pueden terminar en coma.
En Australia ya se han reportado más de una docena de casos y al menos dos muertes, una en la región de Nueva Gales del Sur –la más poblada del país– y otra en una zona colindante. Además, las autoridades confirmaron la presencia de la encefalitis japonesa en una veintena de granjas de cerdos en toda Australia.
Según expertos, la propagación de esta enfermedad a zonas donde antes no se presentaba podría estar relacionada con las inundaciones que asolan al este del país.
La directora ejecutiva de la Sociedad de Encefalitis, Ava Easton, advirtió que enfermedades de ese tipo son "una creciente amenaza global debido al cambio climático y la industrialización". "Las inundaciones en Australia han provocado más agua, (la llegada de) más aves migratorias, y eso significa una mayor capacidad para que los mosquitos se alimenten de lo que llamamos huéspedes del virus, como los cerdos y las aves acuáticas", explicó la científica.
De hecho, Nueva Gales del Sur, donde se han presentado las muertes, ha sido a su vez una de las zonas más devastadas por las inundaciones en las últimas semanas.
Alarma por poliomielitis en Israel, enfermedad casi erradicada del planeta
En tanto, en Israel, la semana pasada se detectó el primer caso de poliomielitis en las últimas tres décadas, desde 1989.
Ésta es una enfermedad que está casi erradicada del planeta y solo persiste en un par de países asiáticos. En el año 2020 incluso fue eliminada de África. Durante años ha logrado ser contenida en el mundo a través de la vacuna temprana en menores de entre dos meses y 7 años.
Sin embargo, en el caso del paciente contagiado en Israel –un niño 4 años de edad del área de Jerusalén– no estaba vacunado.
Las autoridades alertaron de un posible brote, ya que hay al menos otras dos personas que han arrojado resultados "iniciales positivos" en un testeo. En tanto, se esperan los resultados de otras 19 pruebas más.
También se está realizando un "muestreo de alcantarillado en Jerusalén y otros centros del país". Las autoridades han hecho un llamado a los padres "para que se aseguren de que sus hijos estén vacunados de acuerdo con las pautas y para vacunar a aquéllos que aún no han sido vacunados".
La poliomielitis es una enfermedad infecciosa que puede afectar al sistema nervioso, causar parálisis y dejar secuelas discapacitantes.
Brote de sarampión ha cobrado la vida de 150 niños en Afganistán
A estos dos casos también se suma Afganistán, donde actualmente se registra un brote de sarampión infantil, que ya que ha dejado casi 150 muertes y más de 18 mil casos en lo que va de este año.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de un alarmante aumento de casos en ese país, los que atribuyó a la "acumulación de un alto número de niños menores de cinco años que no están inmunizados".
El sarampión es particularmente peligroso en los niños que sufren malnutrición, quienes si no están vacunados pueden presentar síntomas como ceguera, encefalitis, diarrea severa, deshidratación y enfermedades respiratorias como neumonía.
Por eso, la OMS afirma que el brote en Afganistán es "especialmente preocupante" debido a los "extremadamente elevados niveles de malnutrición" en ese país, que se enfrenta a una crisis humanitaria y económica agravada por la toma de poder de los talibanes en agosto del año pasado.
Ante esta situación, se inició en el país una campaña de vacunación contra el sarampión, en la que esperan inocular a 1,2 millones de niños en una semana. "Esta campaña de inmunización contra el sarampión es parte de la respuesta para detener el avance del brote, salvar vidas de niños pequeños y reducir la carga de los sistemas de salud", afirmó el representante de la OMS en Afganistán, Luo Dapeng.