A tres semanas de notificarse los primeros pacientes en el Reino Unido, ya ascienden a 190 los casos confirmados de la nueva hepatitis aguda infantil de origen desconocido, distribuidos en al menos doce países del mundo, según informó este martes el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC).
17de los niños afectados han requerido trasplante de hígado y uno ha muerto
El brote se notificó por primera vez el 5 de abril en el Reino Unido, país que ya ha registrado 111 casos.
En tanto, en la Unión Europea se han identificado 40 casos –en España, Dinamarca, Irlanda, Países Bajos, Italia, Francia, Noruega, Rumania y Bélgica–; y también se han registrado pacientes en Estados Unidos e Israel.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 17 de estos niños han requerido trasplantes de hígado como consecuencia de la enfermedad, y uno ha muerto.
También se está investigando un posible caso en Japón. "Nos han informado de que ha sido detectado un posible caso tras una hospitalización", señaló este martes el portavoz del gobierno japonés, Hirokazu Matsuno. El paciente en cuestión sería un menor de 16 años.
En cuanto a Chile, desde el Ministerio de Salud señalaron a Emol que "hasta ahora no hay casos confirmados" y que "si la situación llega a cambiar, informaremos oportunamente, por los canales oficiales de información".
¿Por qué es una hepatitis inusual?
Una hepatitis es la inflamación del hígado como reacción a un virus, a tóxicos (como drogas, veneno, etc.) o a enfermedades autoinmunes o genéticas.
Lo inusual de estos nuevos casos es que no están presentes los virus que son típicamente responsables de la hepatitis A, B, C, D y E.
Además, la evolución de una hepatitis común suele ser benigna y sus principales síntomas –fiebre, diarrea, dolor abdominal– son débiles o se resuelven rápidamente.
Sin embargo, acá se trata de brotes de niños afectados por una súbita hepatitis aguda, varios de los cuales incluso requieren un trasplante.
Mutación de adenovirus e impacto de confinamientos entre las hipótesis
La directora del ECDC, Andrea Ammon, indicó que las investigaciones realizadas hasta ahora apuntan a una relación de esta hepatitis con la infección por un adenovirus, una familia de virus bastante común, que generalmente afecta a los niños menores de 5 años y provoca síntomas respiratorios (bronquitis, faringitis), oculares (conjuntivitis) o digestivos (gastroenteritis).
Según los antecedentes, en al menos 74 de estos niños se han detectado adenovirus, y en 18 de ellos el adenovirus del "tipo 41". Además, varios países, entre ellos Irlanda y Países Bajos, han informado de una creciente circulación de estos adenovirus en su territorio.
Los científicos también están investigando si el adenovirus implicado ha mutado o está actuando en conjunto con otra infección, posiblemente el covid-19. De hecho, al menos 20 de los niños afectados tenían covid-19 y otros 19 mostraron una coinfección de covid-19 y adenovirus.
También podría ser responsable una toxina, pero esto se considera menos probable debido a la dispersión geográfica de los casos registrados.
Otra de las hipótesis que se están barajando es que los confinamientos por el covid-19 pueden haber debilitado la inmunidad de los niños, porque estaban menos expuestos a los patógenos comunes mientras estaban aislados. Es decir, que tendrían una "deuda" inmunitaria que los haría más frágiles.
Lo que sí se ha descartado es que tengan que ver las vacunas anti covid, ya que la gran mayoría de los niños afectados por esta nueva hepatitis no estaban inoculados, según la OMS.
Problemas gastrointestinales e ictericia entre los síntomas, pero no fiebre
La población que está siendo más afectada por este tipo de hepatitis aguda son los niños de entre 0 y 16 años, aunque la mayoría son menores de 10 años y muchos aún no cumplen los 5 años. Ninguno de ellos tenía una enfermedad previa, sino que eran niños sanos.
De acuerdo a lo informado por la OMS, el síndrome clínico entre los casos identificados es inflamación del hígado, con enzimas hepáticas marcadamente elevadas.
Además, muchos casos informaron síntomas gastrointestinales –como dolor abdominal, diarrea y vómitos–, que precedieron a la presentación de la hepatitis aguda grave; niveles elevados de enzimas hepáticas; e ictericia, es decir, un cambio en la coloración de la piel o de la parte blanca de los ojos. Otro dato importante es que la mayoría de los pacientes no presentó fiebre.
Para prevenir esta enfermedad, la OMS recomienda medidas ya conocidas durante la pandemia, como el lavado frecuente de manos, cubrirse la boca al toser, etc. En lo clínico, se sugiere aplicar test de sangre, suero, orina y heces a las personas que presenten síntomas para analizar y secuenciar los posibles virus causantes.
La entidad no recomienda tomar medidas restrictivas a los viajes internacionales, ya que por ahora no ha identificado que guarden relación con la proliferación de casos.