El burkini es una prenda de baño islámica que cubre el cuerpo y la cabeza. Para sus detractores, es un símbolo de la opresión hacia la mujer.
NYT
Un tribunal francés suspendió la autorización de usar burkini en las piscinas municipales de Grenoble, en el sureste del país, por considerar que esa prenda, que cubre el cuerpo y la cabeza, afecta "gravemente el principio de neutralidad del servicio público".
El reglamento –aprobado la semana pasada por la mayoría del alcalde ecologista Eric Piolle– permitía que a partir del 1 de junio las mujeres musulmanas pudieran usar burkini en las piscinas de la ciudad.
Pero el fallo judicial estimó que esa autorización supondría una "derogación de la regla general que obliga a llevar una indumentaria ajustada al cuerpo (en las piscinas) para permitir a ciertos usuarios ignorar esa regla con una finalidad religiosa".
El ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, celebró en Twitter esta "excelente noticia". "Luego de nuestro recurso, el tribunal administrativo suspende la deliberación de la alcaldía de #Grenoble que autorizaba el burkini en las piscinas municipales", destacó.
El asunto del "burkini", así como el del velo islámico, suele caldear el debate político en Francia, y eso volvió a ocurrir en vísperas de las elecciones legislativas de junio, clave para el recientemente reelegido Presidente centrista Emmanuel Macron.
El alcalde de Grenoble había argumentado que la reforma del reglamento municipal de piscinas buscaba poner fin "a las aberrantes prohibiciones vestimentarias" y a las órdenes "sobre el cuerpo de las mujeres".
Pero para sus opositores, el "burkini" es un símbolo de la opresión de la mujer, comparable incluso al velo integral que los talibanes acaban de volver a imponerles en Afganistán.