El animal no tenía fuerzas y se quedó tumbado en el asfalto. Debió llegar la policía a refrescarlo con agua y luego se lo llevó en un vehículo especial.
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Una organización animalista pidió a las autoridades de Nueva York investigar el maltrato del que habría sido objeto un caballo utilizado en uno de los carruajes para turistas que recorren el Central Park, el que se desplomó ayer en plena calle.
Los medios locales informaron que el caballo, llamado Ryder, se desplomó el jueves en la tarde en una zona cercana al parque y que el conductor del carruaje le pegó repetidas veces instándolo a levantarse, mientras los transeúntes se lo recriminaban. Pero el animal no tenía fuerzas y terminó recostado en el asfalto.
Según "The New York Post", al lugar llegó personal policial que refrescó al caballo con agua y finalmente se lo llevó en un vehículo especial, mientras que el conductor se fue del lugar cargando a pulso el carruaje.
El caballo estaba "enfermo" y debió trabajar a altas temperaturas
La directora de la organización Gente para el Tratamiento Ético de los Animales (PETA, en inglés), Ashley Byrne, señaló en un comunicado que el caballo estaba "enfermo", trabajó a altas temperaturas y permaneció en el suelo durante una hora sin recibir atención veterinaria, mientras el conductor "le pegaba, azotaba y gritaba repetidamente para que se levantara".
"El comercio de carruajes con caballo de la ciudad lleva años plagado de quejas sobre maltrato y sobrecarga de los caballos, y PETA llama al equipo de investigaciones de crueldad animal del NYPD (Policía de Nueva York) a abrir una investigación criminal sobre este incidente", señaló la activista.
Según dijo a los medios el sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU) –que agrupa a los conductores de los carruajes–, ese animal padecía una enfermedad neurológica derivada de los excrementos de las zarigüeyas, por lo que pidió prudencia antes de "juzgar" a los caballos y los trabajadores del sector.
PETA protestó este jueves ante el Ayuntamiento para reivindicar que se apruebe una ley que prohíba los carruajes de caballos y los sustituya por otros eléctricos "que no fuercen a los caballos a trabajar duro por el turismo", una medida que está en consideración y que es apoyada por otros grupos animalistas locales.
Los carruajes con caballo, que dan trabajo a unas 200 personas, han sido objeto de debate durante décadas, con algunos alcaldes a favor, como Mike Bloomberg, y otros en contra, como Bill de Blasio, mientras que el regidor actual, Eric Adams, no se ha pronunciado sobre el asunto.