España endureció su legislación contra la violencia sexual, estableciendo la obligación de que haya un consentimiento explícito en una relación sexual para que no se considere violación. Se trata de una medida minoritaria en Europa que el gobierno de Pedro Sánchez abanderó después de la violación en grupo de una joven.
Conocida como la ley del "solo sí es sí", la nueva norma "de garantía integral de la libertad sexual" fue aprobada por el Congreso este jueves, por 205 votos a favor y 141 en contra.
El texto, que implica una reforma del Código Penal español, sitúa en el centro el "consentimiento", que solo se entenderá "cuando se haya manifestado libremente mediante actos que (...) expresen de manera clara la voluntad de la persona".
Esto quiere decir que ya no será indispensable que haya violencia o intimidación para que se tipifique un delito de violación, como ocurría hasta ahora.
"Por fin nuestro país reconoce por ley que el consentimiento es lo que tiene que estar en el centro de todas nuestras relaciones sexuales", resaltó Irene Montero, ministra de Igualdad del gobierno, en las puertas del Congreso. La autoridad reconoció haberse inspirado, para la redacción de esta norma, en una ley sueca pionera que considera violación todo acto sexual sin acuerdo explícito desde 2018.
Desde su llegada al poder, en junio de 2018, el gobierno del socialista Pedro Sánchez prometió la adopción de una ley sobre el consentimiento explícito.
Según Amnistía Internacional, 12 de 31 países europeos analizados definen la violación desde la falta de consentimiento, más allá de la coacción o la vulnerabilidad, entre ellos Bélgica, Dinamarca, Suecia y Reino Unido. Alemania, por ejemplo, endureció su legislación en 2017 para hacer de la falta de consentimiento el criterio único para definir una violación.
La norma contempla también como delito el acoso callejero, desarrolla la educación sexo-afectiva en la escuela y refuerza la atención y compensación de las víctimas de violencia sexual.
La influencia del caso de "La Manada" en la nueva legislación
En esta ley fue clave en el caso de "La Manada", la violación grupal de una joven de 18 años ocurrida en 2016 durante la fiesta de San Fermín en Pamplona, por parte de cinco hombres que grabaron los hechos, jactándose de sus acciones y compartieron las imágenes por WhatsApp.
Los sujetos fueron condenados, en primera instancia, a nueve años de prisión por el delito de "abuso sexual", debido a que había ausencia de violencia o intimidación, por lo que implicaba penas menos estrictas. Esto desaparecerá ahora con la nueva ley.
Esa primera pena provocó masivas movilizaciones de mujeres en España bajo el lema "Yo sí te creo", además de numerosas peticiones para endurecer el Código Penal.
Finalmente, en junio de 2019, el Tribunal Supremo español corrigió la sentencia y consideró que sí hubo violación, por lo que elevó a 15 años de cárcel las penas para los acusados.