La biorremediación es considerada uno de los procesos más efectivos para recuperar suelos alterados por contaminantes. Utilizando microorganismos derivados del mismo medioambiente, es posible absorber, degradar o transformar los contaminantes y retirarlos.
Justamente ese fue el tema central del nuevo capítulo del programa ConCiencia Sostenible de Emol, espacio para abordar la crisis climática y soluciones para enfrentar este problema a nivel nacional e internacional.
En la oportunidad participaron Michael Seeger, Doctor en Ciencias y Experto en Biorremediación; Salvador Donghi, Biólogo e Integrante del Comité de Expertos en Saneamiento; y Roberto Orellana, Investigador Asociado del Centro de Biotecnología USM y Académico de la U. de Playa Ancha, quienes explicaron los beneficios y ventajas de este proceso.
“Lo interesante de la biorremediación es que es única para cada sitio. Cada lugar es su propio desafío, tiene sus propias características de comunidades microbianas, de contaminantes, de clima, de suelo, de agua, etc. Por lo tanto, no podemos decir un tiempo muy preciso, pero se piensa que un proceso de biorremediación puede durar entre seis meses y un año”, comenzó detallando Michael Seeger.
En ese sentido añadió que durante el proceso “se va innovando, se monitorea el proceso tanto de los contaminantes como las comunidades microbianas, y eso nos dice si necesitamos hacer cambios o intervenir”.
Esto porque, de no existir intervención del hombre, el proceso de biorremediación de forma natural podría tardar décadas.
Por otro lado, Salvador Donghi comentó que “debemos entender cómo operan los ciclos naturales en nuestro territorio. La biorremediación o las técnicas que se utilicen puntualmente en ciertos países, no funcionan en Chile porque tenemos condiciones ambientales distintas. Eso involucra que debemos tener un desarrollo del conocimiento local más avanzado de lo que tenemos hoy día”.
Finalmente, Roberto Orellana enfatizó en que varios países desarrollados como Estados Unidos y algunos de Europa han transitado hacia procesos que permitan recuperar ambientes contaminados y justamente es hacia esa dirección a la que debe apuntar Chile.
Al inicio de la nota puedes revisar el capítulo completo.
