El hallazgo podría tener importantes aplicaciones en el entrenamiento de perros que ayuden a personas que padecen ansiedad o estrés postraumático.
AFP (imagen referencial)
Los perros son capaces de oler cuando una persona está estresada, ya que pueden captar los cambios en la respiración y el sudor que producen en los humanos los procesos fisiológicos asociados a una respuesta de estrés psicológico agudo.
Una investigación de la Universidad de Queen, Reino Unido –publicada en la revista Plos One– determinó que los perros son capaces de detectar esas señales fisiológicas con una precisión del 93,75%.
Los investigadores se hicieron la pregunta de si los canes podían sentir señales químicas de los estados psicológicos de sus dueños, dado el extraordinario sentido del olfato que tienen, su estrecha historia de domesticación con los humanos y su uso para apoyar condiciones psicológicas humanas como la ansiedad, los ataques de pánico y el trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Para dilucidarlo, recolectaron muestras de aliento y sudor de personas no fumadoras que no habían comido ni bebido recientemente, antes y después de una tarea aritmética de ritmo rápido, y se comprobaron los niveles de estrés a partir de algunas medidas fisiológicas objetivas, como la frecuencia cardíaca o la presión arterial.
Las personas que mostraron un aumento en el estrés con esas tareas experimentaron un aumento de la frecuencia cardíaca y de la presión arterial, y los perros –de diferentes razas– fueron capaces de diferenciar las muestras de las personas que habían mostrado ese estrés y las de aquéllas que se habían mantenido relajadas durante la prueba.
Tras corroborar cómo detectan los perros los olores asociados a las situaciones de estrés, los autores subrayan que este hallazgo –además de profundizar en las relaciones entre los humanos y los perros– podría tener importantes aplicaciones para el entrenamiento de perros capaces de ayudar a personas que padecen ansiedad o estrés postraumático.