El monarca será "ungido, bendecido y consagrado" por el arzobispo de Canterbury, que dirigirá el servicio.
AFP
La casa real británica informó este martes la fecha y el lugar donde se realizará la coronación de Carlos III, de 73 años, quien ya fue proclamado rey tras la muerte de su madre Isabel II.
La ceremonia tendrá lugar el 6 de mayo de 2023 en la Abadía de Westminster en Londres, y buscará aunar tradición y modernidad, anunció el Palacio de Buckingham.
Según se señala en un comunicado, Carlos será "ungido, bendecido y consagrado" por el arzobispo de Canterbury, que dirigirá el servicio; y la esposa del monarca, la reina consorte Camila, de 75 años, también será coronada.
"La coronación reflejará el papel del monarca hoy en día y mirará hacia el futuro al tiempo que mantendrá sus raíces en tradiciones de larga data", explicó el palacio.
Se espera que una multitud vuelva a salir a las calles para esta nueva ceremonia cargada de pompa y tradición. Aunque se prevé que la coronación de Carlos III sea "más rápida y reducida" que la de su madre, según señala Bob Morris, experto en la monarquía británica.
En efecto, en un contexto en que Reino Unido está sumido en una grave crisis por el costo de la vida, todo parece indicar que la ceremonia será más discreta, y –por deseo del rey Carlos III– más representativa de la diversidad de la sociedad británica actual.
El acto será preparado durante meses en una operación bautizada como "Orbe dorado", por uno de los símbolos de poder y espiritualidad que, junto al cetro y la corona, representan al monarca.
El anuncio de la fecha de la coronación ocurre poco después de un mes del fallecimiento de Isabel II, el pasado 8 de septiembre, a los 96 años, cuando pasaba el final del verano en su castillo escocés de Balmoral. Su muerte puso fin a 70 años de histórico reinado, marcó la desaparición de uno de los últimos iconos del siglo XX y conmocionó al Reino Unido.
Desde hace 900 años las coronaciones de los monarcas británicos se celebran en la majestuosa Abadía de Westminster y desde 1066 casi siempre ha estado presidida por el arzobispo de Canterbury.