Adoptar una correcta posición al dormir es fundamental para evitar sensación de malestar y posibles dolores corporales. Y aunque ése debiera ser un momento reparador, muchas veces cuesta lograrlo debido, entre otros factores, a la postura en que se duerme.
La posición es clave para el buen o mal dormir e influye en la salud y en el bienestar de las personas al día siguiente.
La Dra. Stella Valiensi, neuróloga del Hospital Italiano y presidenta de la Asociación Argentina de Medicina del Sueño, explica que la posición no solo condiciona el estado físico, sino que también "influye en su ánimo".
"Dormir tiene que ver con toda una serie de procesos neuronales, endócrinos y cambios metabólicos que ocurren durante una fase de nuestro día y es una necesidad biológica ineludible para restaurar el cuerpo del desgaste diario, fortalecer el sistema inmune y mantener óptimas las funciones vitales", explica. De hecho, una persona pasa, en promedio, el 35% de su vida durmiendo.
Si esto no ocurre de forma adecuada, la persona puede tener desde un mal desempeño al realizar sus tareas diarias, problemas de aprendizaje y hasta se puede ver comprometida la memoria.
Dormir del lado izquierdo es la más sugerida
¿Boca abajo, de costado o hacia arriba, cuál es la mejor postura para dormir? La especialista explica "las distintas posturas traen de la mano una serie de ventajas y desventajas para todas las personas, sobre todo para los adultos, que dependiendo de sus características, estilo de vida y necesidades, se les sugieren en mayor o menor medida".
El 60%de la población mundial confiesa dormir de lado, postura que tiene numerosos beneficios
Dormir de cúbito, es decir, de costado, y sobre todo del lado izquierdo, está en el podio de las más sugeridas. "El 60% de la población mundial confiesa adoptar esta posición y tener múltiples beneficios", detalla la especialista. Entre ellos se cuenta que alivia los ronquidos, las apneas, mejora la digestión y elimina todo tipo de toxinas del cerebro: "lo limpia", explica. A su vez, "mejora el apoyo de la cabeza y evita molestias en el cuello y la columna vertebral, porque de esta manera están alineadas", apunta.
En tanto, dormir boca abajo puede resultar sumamente cómodo, pero entre sus contraindicaciones se cuenta que comprime el tracto digestivo y el cuello, debido a que la cabeza se ubica de costado, dificulta la respiración y por ende la "persona está más propensa a sufrir un colapso de la vía aérea o apneas de sueño", dice Valiensi.
Finalmente, boca arriba –la menos utilizada– no es tan recomendada. Según la experta, pasar largas horas estático de esa manera aumenta la predisposición a roncar con mayor intensidad y frecuencia, y a padecer dolores lumbares, de cuello y de espalda, ya que la espalda estuvo rígida durante la noche con todo el cuerpo apoyado en ella.
¿Pero la lógica no indicaría que cada uno debería dormir en la posición que más cómoda le resulte? Para Valiensi la respuesta es "no". De todas maneras, dice que "es común que las personas se muevan mucho, a veces de manera involuntaria y que por ello terminen durmiendo de manera desfavorable". También especifica que en algunos casos, cuando se trata de una persona con algún tipo de enfermedad, a veces por indicación médica debe tomar ciertos recaudos adicionales, como inclinar el colchón o el tamaño de las almohadas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la actualidad, se duerme una hora menos que hace 50 años y dos menos que hace 100. Por ello, recomiendan que los adultos lo hagan entre siete y ocho horas por día y los adolescentes y niños aproximadamente nueve, algo que no ocurre con frecuencia por el ritmo de la vida moderna.
La experta también entrega recomendaciones adicionales para lograr un sueño reparador. Una es colocarse una almohada delgada entre las rodillas, ya que relaja las piernas y evita su fricción. Otro consejo es rotar el colchón al menos una vez por mes, pues ayuda a que mantenga su estructura y evita que se amolde al cuerpo.
