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Prohibición de celulares en colegios de Italia: Cuál es la realidad en Chile y cómo prevenir la adicción de los adolescentes

En nuestro país, actualmente las medidas de prohibición quedan en manos de cada colegio o incluso de cada docente.

20 de Enero de 2023 | 08:04 | Por Nathalia Quijada
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El Mercurio
A fines de diciembre pasado, el ministro de Educación italiano causó polémica por una medida que fue ampliamente comentada tanto en su país como en el resto del mundo. La autoridad envió una circular a todos los colegios e institutos del país en que prohíbe el uso del teléfono móvil durante las clases, argumentando que es un "elemento de distracción para uno mismo y para los demás y una falta de respeto a los profesores".

La política educativa llamó la atención por ser "radical", aunque aclararon que de todas maneras el uso del celular "puede permitirse" si así lo estima el docente. En Chile, no existe ninguna medida ministerial sobre la utilización de teléfonos en la sala de clases, pero varios colegios han regulado su uso prevaleciendo justamente lo que estime cada docente al dictar sus clases.

Este es el caso del colegio Sunnyland School de San Felipe, quienes pese a no tener ninguna política unificada para el uso de los smartphones, sí han privilegiado las determinaciones de sus docentes, especialmente desde séptimo hacia arriba. "Cuando hay un mal uso, los profesores tratan de requisar el celular. Algunos aplican el tema de la caja que es pedírselos a un inicio de la clase, pero no es una medida del colegio, es una decisión de cada docente y por lo tanto deben tener el cuidado que eso merece porque no pueden invadir la privacidad de los alumnos", explica Pedro Villagra, director del establecimiento y máster en gestión y liderazgo.

Otros colegios, en cambio, han implementado una regla para todos los niveles de enseñanza media, generando una "cultura interna" de comportamiento respecto al uso de los celulares. Este es el caso del Colegio Kalem de Puerto Aysén, donde sus profesores los solicitan antes de iniciar la clase o minutos posterior a ello, dependiendo de si harán o no uso de alguna aplicación para ver contenidos.

"Lo que yo hago es incluir en momentos de las clases el uso del teléfono, ya sea al inicio de la clase o al cierre, pero nunca entremedio. A veces lo utilizo para activar conocimientos de la clase anterior con una aplicación de trivia o una evaluación posterior, y luego de eso solicito los teléfonos para que se queden en la caja correspondiente hasta que salen a recreo", cuenta Francisca Henríquez, profesora de Historia y Coordinadora de departamento de historia del Colegio Kalem.

"El uso de teléfonos en las salas de clases es un terrible distractor en el proceso de aprendizaje y en los procesos naturales de enseñanza".

Francisca Henríquez, profesora
De acuerdo con su experiencia, esta prohibición del teléfono le ha permitido mantener un mejor ritmo en su clase al tener mayor atención de sus alumnos, ya que cuando no existía la medida "las clases simplemente dejaban de funcionar en su totalidad, porque había demasiados distractores". "Como profesora lo que veo es que el uso de teléfonos en las salas de clases es un terrible distractor en el proceso de aprendizaje y en los procesos naturales de enseñanza. Los teléfonos hoy en día tienen incorporadas varias tecnologías que son distractores, pese a que también cuentan con herramientas útiles, generalmente se las ganan los distractores como generadores de contenidos TikTok, Instagram, entre otros. Veo que generan un desmedro", reflexiona la docente que regularmente hace clases en aulas con 35 alumnos.

Ambos profesionales de la educación coinciden en que no se puede desconocer el uso regular del celular en los adolescentes y que el que tengan o no uno también pasa por decisiones familiares. Además, según comenta Henríquez, varios alumnos "no saben hacer uso de un computador para hacer sus trabajos o enviar correos, pero sí pueden hacerlo a través de sus smartphones".

La versatilidad de estos aparatos, que mezcla entretención con herramientas de utilidad, es entonces lo que generaría mayor atracción entre los adolescentes, pero al mismo tiempo es la característica que lo convierte en un riesgo de ser "adictivo conductualmente". Así lo indica Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra, quien señala que un celular permite a los jóvenes tener "actividades de ocio, comentar y establecer relaciones íntimas con amistades", por lo que se debe estar atento a "conductas o emociones que ellos pueden presentar, como verlos irritables, que se enojan fácilmente, que se frustran rápido, que bajan el rendimiento escolar o que se aíslan, y también si es que baja su autoestima, si les afecta su imagen personal", ya que se podría estar advirtiendo "una conducta adictiva".

"Los padres deben tener claro que el celular es una herramienta que puede causar dificultades en las conductas de sus hijos".

Fernando Marchant, psicólogo
"Los padres deben tener claro que el celular es una herramienta que puede causar dificultades en las conductas de sus hijos, en las emocionalidades y en la actividad social que se va empobreciendo o aislando", indica el profesional, quien aconseja que para su uso "debe haber contención" y "reglas", sobre todo en adolescentes y niños menores.

"De no haber límites y teniendo de base un carácter complicado, puede esto ponerse difícil porque el aparato en sí mismo genera placer, genera gratificación inmediata, y esto engancha muchísimo a las personas y especialmente a los adolescentes. Para prevenir, se debe además invitar a tener otros tipos de encuentros familiares, pasear, conversar, promover la convivencia y dejar los celulares de lado en ciertos espacios", reflexiona.
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