Tres perezosos de un grupo de nueve animales que viajaban desde Perú a Malasia en un avión catarí con escala en Bélgica,
murieron de frío en el aeropuerto de Lieja, según informaron las autoridades locales.
El hecho, que la ministra regional de Valonia para el Bienestar Animal, la ecologista Céline Tellier, anunció "con estupor", ocurrió el pasado 21 de enero y se investigan aún las circunstancias.
Ese fin de semana, Bélgica registraba bajas temperaturas y había abundante nieve en Lieja, donde el avión debía pasar solo dos horas pero quedó bloqueado por las condiciones meteorológicas adversas.
La aeronave no pudo descargar a los animales tropicales en la madrugada del sábado al domingo y solo 24 horas después se pudo abrir la bodega, donde un equipo de veterinarios de la Universidad de Lieja constató la muerte de tres de los nueve folívoros.
"Todos los protagonistas se culpan unos a otros. La aerolínea al el servicio de descarga, el servicio en cuestión al aeropuerto, y el aeropuerto al servicio de descarga", resumió la emisora de radio RTL sobre el suceso, que las autoridades han prometido investigar.