Debido al cambio climático, las abejas están expuestas a muchas enfermedades, lo que está alterando su actividad inmunitaria y haciéndolas más sensibles a otros patógenos.
EFE
El declive mundial de las poblaciones de abejas, uno de los mayores polinizadores que existe, podría estabilizarse tras la reciente aprobación de una vacuna estadounidense que se está testando en distintos lugares del mundo que son productores de miel.
Hace unas semanas, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) otorgó licencia a la primera vacuna contra la bacteria Paenibacillus larvae, causante de la "loque americana" una enfermedad de origen bacteriano, muy virulenta y contagiosa, presente casi en el 80% de colmenas de todo el mundo, y capaz de matar colmenares enteros si no se diagnostica adecuadamente.
Se trata de una noticia "magnífica", señala a EFE Raúl Rivas González, catedrático de Microbiología de la Universidad de Salamanca, España, quien explica que la vacuna es una herramienta para impedir que la enfermedad se propague, pero no para eliminarla, ya que es un tipo de bacteria ambiental que no necesita contagiar a las abejas para sobrevivir.
Así, la vacuna protegerá a polinizadores comerciales –unas cincuenta especies de abejas son manejadas por el hombre– de enfermedades mortales, además de reducir las pérdidas financieras y materiales de los apicultores, pero sobre todo facilitar la viabilidad del planeta.
El Centro Apícola español de Marchamalo, con casi cuatro décadas de existencia, ha colaborado, junto a otros países, para sacar adelante esta primera vacuna para abejas.
Mariano Higes Pascual y Raquel Martín Hernández, doctores en Veterinaria, son los dos investigadores que encabezan el equipo del Centro Apícola y con ellos se contactó hace tres años la empresa de biotecnológica norteamericana Dalan Animal, interesada en conocer si estaban capacitados para realizar un ensayo clínico en el laboratorio de la vacuna.
Se aplica a las reinas a través del alimento
Este centro se ha encargado de testar la vacuna desarrollada: "Consistía en comprobar la eficacia de una sustancia que se aplicaba en el alimento a las reinas y ver si la inmunidad que transmite la reina hacia las larvas es capaz de reducir la mortalidad en la enfermedad del loque americano", explica Raquel Martín.
El testeo consiste en que les "suministran las reinas y se mantienen durante un tiempo en el laboratorio con unas obreras y el alimento donde viene la vacuna. Pasados ocho días se introducen en colmenas huérfanas donde las larvas nacidas de esas reinas se enfrentan a las bacterias de la loque americana y se ve si se mueren o no".
El loque americana está causado por una bacteria "y los tratamientos deberían ser mediante antibióticos, pero la utilización en colmenas está prohibido o muy restringido, por lo que es muy difícil abordar un brote de esta enfermedad", indica Martín.
Las abejas, especialmente por el cambio climático, están expuestas a muchas enfermedades, lo que está alterando su actividad inmunitaria y haciéndolas más sensibles a otros patógenos, por lo que tener estas herramientas es tan importante.