"¡Estoy teniendo mi primer sofoco!". Con estas palabra, dichas en medio de una entrevista televisiva, la actriz Drew Barrymore, de 48 años, dio a conocer que está comenzando con los síntomas premenopáusicos.
Fue durante el último capítulo de su programa en Apple TV, "The Drew Barrymore Show", mientras la actriz conversaba con Jennifer Aniston y Adam Sandler, que estaban promocionando su nueva película "Misterio a la vista". En un momento, Barrymore interrumpió a sus colegas actores para comentar que estaba teniendo síntomas premenopáusicos: "Tengo mucho calor. Creo que estoy teniendo uno de los primeros sofocos de la premenopausia", afirmó.
"Me siento muy honrada de presenciar esto", comentó Jennifer Aniston. "Estoy muy contenta de tener este momento documentado", continuó Barrymore.
Esta anécdota, sumada a las declaraciones que han realizado otras celebridades en el último tiempo, reafirma que la menopausia está dejando de ser un tabú en Hollywood gracias a que distintas actrices han comenzado a hablar abiertamente del tema.
"Hay una especie de acuerdo tácito; las mujeres deben guardárselo todo y sobrellevarlo solas (...) Quiero ser parte de la generación que elimine el estigma, la vergüenza y la ansiedad generada en torno a la menopausia"
Naomi Watts, actriz británica
Una de ellas es Naomi Watts (54 años), quien ha visibilizado esta etapa al relatar su experiencia de haber tenido menopausia precoz, cuando aún no cumplía los 40 años y estaba planeando ser madre. "Me llegó mucho antes que a mis colegas. Mis amigas y mi madre no parecían muy dispuestas a hablar de ello (...) Hay una especie de acuerdo tácito: las mujeres deben guardárselo todo y sobrellevarlo solas (...) Quiero ser parte de la generación que elimine, de una vez por todas, el estigma, la vergüenza y la ansiedad generada en torno a la menopausia", ha señalado la actriz británica.
Su cruzada no es solo que la menopausia se considere como algo natural, sino también positivo y liberador: "¡No más periodo! ¡Adiós al síndrome premenstrual! Somos mujeres hechas y derechas. Más sabias. ¡Y más expertas!", dice en otro de sus mensajes, en Instagram. La actriz incluso lanzó una línea orientada a mujeres que están en ese proceso, que incluye una bruma facial refrescante y un gel vaginal hidratante, entre otros productos.
Salma Hayek es otra que ha tocado públicamente el tema. En 2021, y luego de que se especulara que había pasado por el quirófano para someterse a un aumento mamario, la actriz mexicana contó que una de las consecuencias de la menopausia fue el crecimiento de su pecho.
Gwyneth Paltrow y Penélope Cruz también han hablado de sus síntomas con publicidad. "Siento los cambios hormonales, la sudoración, los cambios de humor, de repente te sientes furiosa sin razón aparente", ha contado la primera. Mientras que la española lo describió "como una montaña rusa tan intensa que solo quieres bajar un poco el volumen para poder tener paz. Pero creo que es así para todas, ¿no?".
Gillian Anderson es otra que contó, en una entrevista a People en 2017, que tuvo menopausia precoz, y habló de lo necesario que es "admitir, libremente, que esto es lo que está pasado, para que no sintamos que nos estamos volviendo locas con cualquiera de los síntomas que tenemos". Desde un lado más liviano, en una oportunidad la actriz británica Emma Thompson, mientras recibía un premio en una gélida noche de invierno, dio gracias a sus sofocos y a la menopausia por ayudarla a combatir el frío.
El tabú y la vergüenza: Antes por perder la fertilidad y ahora la juventud
La menopausia ha sido desde siempre uno de los mayores tabú para las mujeres, que durante siglos han sobrellevado esta etapa con discreción, vergüenza y mucho desconocimiento. ¿A qué se debe?
"En décadas pasadas, cuando la mujer tenía un valor en la sociedad que estaba muy ligado a su capacidad reproductiva, la menopausia marcaba un hito de un antes y un después para la mujer. Y muchas veces la vergüenza se relacionaba con esa pérdida de la fertilidad", comenta a Emol la Dra. Fernanda Garrido, ginecóloga de Clínica Universidad de los Andes.
"La menopausia debiera tomarse con toda naturalidad y debiera ser un tema de conversación abierto entre todas las mujeres, entre las mujeres y los hombres, con sus parejas, para que se pueda vivir de una manera plena"
Dr. Manuel Parra, ginecólogo Clínica Alemana
Si bien esto ha cambiado y, actualmente, la mujer ya no es definida por su rol de madre, la menopausia se sigue manteniendo en reserva. "Desafortunadamente, sigue siendo un tema tabú, hoy no tanto por la pérdida de la capacidad reproductiva –porque de hecho las mujeres muchas veces lo agradecen–, sino más bien porque está asociada a la pérdida de la juventud", explica la ginecóloga.
En este contexto, los especialistas valoran que se esté comenzando a hablar más abiertamente del tema. "Es muy positivo que se empiece a hablar de la menopausia, porque en la medida que uno habla se va generando información, y una mujer que tiene información en su poder cuando empieza a experimentar los cambios vive los procesos de mejor manera, busca ayuda cuando es necesario y sabe que es algo de lo más natural", comenta la Dra. Garrido.
En la misma línea, el Dr. Manuel Parra, ginecólogo de Clínica Alemana, señala que "la menopausia debiera tomarse con toda naturalidad y debiera ser un tema de conversación abierto entre todas las mujeres, entre las mujeres y los hombres, con sus parejas, para que se pueda vivir de una manera absolutamente plena".
La edad promedio de la menopausia en torno a los 51 años
Este velo en torno a la menopausia ha provocado que exista mucho desconocimiento acerca de este proceso biológico que afecta a la mitad de la población.
La menopausia es el fin de los ciclos menstruales. En específico, es la última menstruación en la vida de la mujer, ya que los ovarios disminuyen la producción de hormonas como estrógenos y progesterona. Para poder determinar que se produjo la menopausia deben transcurrir doce meses consecutivos sin menstruación. Es decir, que se reconoce en forma retrospectiva.
En general, esto ocurre entre los 45 y los 55 años. Según Clínica Mayo, la edad promedio en Estados Unidos es a los 51 años. En mujeres chilenas, los especialistas consultados por Emol comentan que también el promedio ronda los 51 años. Aunque los síntomas suelen partir un año antes extenderse varios años después de la última menstruación. El Dr. Parra detalla que en el 80% de las mujeres la sintomatología dura entre 5 y 6 años, y en un 20% persisten por más tiempo. Solo en el 5% de los casos los síntomas se prolongan todo el resto de su vida.
En el 80%de las mujeres los bochornos y otros síntomas durante entre 5 y 6 años
"Generalmente, el año antes de la última regla de la vida (menopausia) y los dos años posteriores a esta última regla son, lejos, los más sintomáticos y el periodo más difícil de transitar para la mujer", acota la Dra. Garrido.
El síntoma más característico de este periodo son los sofocos o "bochornos", una repentina sensación de calor que parte en el tórax y sube hacia la cara y, habitualmente, es acompañado de enrojecimiento facial. Esto se produce porque el hipotálamo, que contiene el termostato corporal, depende de los estrógenos, y en la medida en que estas hormonas van disminuyendo queda desregulado y, frente a mínimos cambios de temperatura, interpreta que hay exceso de calor e intenta enfriar el cuerpo a través del sudor, activando el corazón (palpitaciones o taquicardia), lo que produce vasodilatación y rubicundez.
Si bien éste es el síntoma más frecuente, la Dra. Garrido comenta que "hay muchos otros síntomas que experimentan las mujeres y que no lo asocian con la menopausia". En lo cognitivo, menciona que "las mujeres se quejan muchísimo de una falta de capacidad de concentración, de atención y de memoria, sobre todo inmediata". En lo anímico, hay más irritabilidad, ansiedad y trastornos depresivos. En lo físico, puede aparecer dolor de cabeza, dolor articular (artralgia), dolores musculares (mialgia), cansancio y fatiga.
En el ámbito sexual, "lo más marcado es la baja de la libido" y el "síndrome urogenital de la menopausia", que involucra molestias urinarias y vaginales. "La mujer puede tener algo de sequedad vaginal y dolor con la vida sexual. Éste debe ser un tema que se debe tratar de manera abierta, porque si lo esconde no tiene ninguna posibilidad de recibir ayuda, pero con manejo y tratamiento esa sintomatología se revierte", explica el Dr. Parra.
No más dolores menstruales ni anticonceptivos: La mirada positiva
También hay que considerar que no todas las mujeres experimentan los mismos síntomas ni con la misma intensidad. Y en aquellos casos en que los malestares sean muy intensos –y la persona cumpla ciertos requisitos– está la posibilidad de utilizar tratamiento hormonal. En paralelo, también se pueden ir tratando los distintos síntomas por separado.
"Lo que las pacientes más agradecen es no tener más sangrado, especialmente aquéllas que han tenido en la etapa fértil dolores menstruales o miomas. Además, aprecian no tener que preocuparse de la contracepción, responsabilidad que aún recae mayoritariamente sobre la mujer y es poco compartida"
Dra. Fernanda Garrido, ginecóloga Clínica Universidad de los Andes
"Todas las mujeres debieran consultar y, en aquéllas que lo requieren, puede usarse terapia hormonal sustitutiva. Pero la necesidad de tratar o no va a depender de cada mujer, de la severidad de su sintomatología y este tratamiento debe ser hecho a su medida, no hay un tratamiento estándar", apunta el ginecólogo.
Con todo, los médicos resaltan que esta etapa de la vida también puede mirarse desde un punto de vista positivo: "La posibilidad de embarazarse no existe y uno lo puede mirar como un ocaso, así como en las culturas antiguas, o como un proceso ventajoso, donde la mujer puede empezar a disfrutar plenamente la vida en pareja o de manera personal, vivir las experiencias que muchas veces pospuso por la maternidad", señala el Dr. Parra.
Por su parte, la Dra. Garrido comenta que "lo que las pacientes más agradecen es no tener más sangrado, especialmente aquéllas que han tenido en la etapa fértil dolores menstruales o patologías uterinas como miomas que, en general, se asocian a sangrados abundantes. Además, aprecian no tener que preocuparse de la contracepción, responsabilidad que aún recae mayoritariamente sobre la mujer y es poco compartida".
