Multitud de celebridades, incluyendo cantantes, deportistas, modelos, actores y diseñadores de moda, acudieron este lunes a la
Met Gala 2023 en Nueva York con una inusual apuesta común por la elegancia.
La cita, una de las fiestas más exclusivas de EE.UU., dictaba un
código de vestir muy claro con respecto a los últimos años: Había que hacer un
homenaje al icono de la moda Karl Lagerfeld, diseñador alemán que, durante décadas y hasta sus últimos días fue el alma creativa de la marca de alta costura Chanel, pero también de Fendi y Chloé.
Ni la extravagancia de
Kim Kardashian y sus hermanas
Kylie y Kendall Jenner, reinas de la sensualidad en la alfombra roja, ni la cantante
Rihanna, quien llegó una hora y media tarde oculta en una capa voluminosa de flores blancas, eclipsaron el protagonismo del modisto fallecido en 2019.
Rihanna y su pareja, Asap Rocky. Crédito: EFE.
No era la primera vez que la noche de la moda rendía homenaje a un diseñador, pero sí era difícil recordar un motivo que los invitados siguieran de ese modo, casi a rajatabla, quizás por la reconocible estética de las creaciones de Lagerfeld y también la de su propia identidad, que forma parte de la cultura pop.
Así, predominaron el binomio negro y el blanco, las perlas, los lazos de terciopelo, las flores, las lentejuelas y los accesorios con cadenas, y hubo detalles espectaculares como la capa del actor Jeremy Pope con el rostro del diseñador, o la voluminosa falda de Cardi B a semejanza de los bolsos acolchados de Chanel.
Homenajes a Lagerfeld
Supermodelos como
Carla Bruni, Gisele Bundchen y Naomi Campbell, entre las más aclamadas, sacaron a relucir sus vestidos
"vintage" de Chanel;
Nicole Kidman recuperó aquel que llevó hace 20 años en el anuncio de
Chanel nº 5, y Margot Robbie y Dua Lipa buscaron trajes de los años '90 en el archivo de la marca.
Dua Lipa. Crédito: EFE.
Penélope Cruz, una de las anfitrionas del evento a petición de la editora de Vogue EE.UU.,
Anna Wintour, lució un vestido
blanco de alta costura con lentejuelas y capucha de Chanel de 1998, un año antes de conocer a Lagerfeld, y recordó su último momento vivido juntos, un paseo por Central Park tras su última colección.
Cruz encabezó un nutrido grupo hispano en el que destacaron su amiga Salma Hayek, con un
vestido rojo de Gucci, quien dijo haber sido vecina de Lagerfeld en su etapa en París; o
Maluma, con traje gris y una bufanda blanca que llevaba bordada una carta que el diseñador escribió en los años 80 a la casa Hugo Boss.
Jared Leto. Crédito: EFE.
Algunos invitados optaron por emular al modisto, con trajes clásicos, lentes de sol o guantes; y hasta el gato del diseñador, Choupette, fue homenajeado: El actor Jared Leto causó furor apareciendo disfrazado de este animal, y la cantante Doja Cat estuvo irreconocible con una prótesis facial que volvía su cara como la de un felino.
Riesgos y sorpresivos anuncios
Muchos hombres arriesgaron en sus apuestas, como el cantante
Bad Bunny, que llevó un traje blanco con la espalda al descubierto, o
Pedro Pascal, que se puso unos shorts negros a juego con una chaqueta larga roja. Aunque más extremo fue
Lil Nas X, quien iba
prácticamente desnudo -solo con una tanga- y pintado de purpurina.
Lil Nas X. Crédito: EFE.
Como siempre, el evento dio espacio para sorpresas, y en esta ocasión se anunciaron dos aclamados embarazos. Por una parte la tenista Serena Williams, informó que espera su segundo hijo con el empresario Alexis Ohanian, mientras que la modelo Karlie Kloss, reveló que también tendría a su segundo hijo con el empresario Joshua Kushner.
Serena Williams y su marido, Alexis Ohanian. Crédito: EFE.
Y en la espera, hasta la llegada de Rihanna, algunas celebridades comenzaron a irse y ofrecieron momentos cercanos: La jugadora de baloncesto Brittney Griner, recién liberada de Rusia, se fundió en un abrazo con el también baloncestista Dwayne Wade, y el cantante P. Diddy se llevó a su pareja a comer pizza.
No todo fue glamour, ya que entre otras sorpresas también estuvo la aparición de una cucaracha en la alfombra -blanca, no roja- y la rápida incursión de un grupo de policías en el museo, que salieron varios minutos después evitando explicar qué había ocurrido.
El evento acompaña a la gran exposición anual del Instituto de Moda del Met y recauda fondos a razón de unos 50.000 dólares por persona, pero sólo se puede asistir si se tiene una invitación y mucho dinero (o un patrocinador) y la editora Anna Wintour lo aprueba.