La Justicia italiana suspendió el sacrificio de una osa de los Alpes que mató a un senderista el pasado 8 de abril, al
admitir un recurso presentado por asociaciones animalistas que consideran que la orden de matar al animal no está "adecuadamente motivada" y es un "gesto de venganza".
Es la segunda ocasión que los tribunales paralizan la ejecución del animal, ordenada por el presidente de la provincia de Trento (norte), el ultraderechista Maurizio Fugatti, después de que un joven de 26 años apareciera muerto en un bosque de los Alpes y su autopsia confirmara que fue atacado por una osa.
El mismo animal, llamado JJ4 y de 17 años, ya había agredido a un padre y un hijo en 2020, por lo que las autoridades decidieron capturarlo y mandaron abatirlo.
Las asociaciones animalistas recurrieron esa norma al definirla como un
"gesto de venganza", consiguiendo que el Tribunal Administrativo Regional (TAR) suspendiera la ejecución en un enfrentamiento entre animalistas y Gobierno que no cesa, ya que el Presidente volvió a promulgar una nueva orden de abatimiento, también paralizada.
La suspensión permanecerá en vigor hasta el próximo 11 de mayo, cuando el TAR celebrará una audiencia sobre un
tema que ha despertado un gran interés en el país, y que mantiene dividida a la sociedad entre los partidarios y detractores de abatir a "JJ4".
La osa que mató al joven en la zona del Macizo de Brenta, en los Alpes sudorientales, es descendiente de Joze, un ejemplar que fue capturado en Eslovenia y liberado en el Parque Natural Adamello Brenta como parte de un proyecto que trató de repoblar con osos los Alpes italianos, hace 25 años.
"Sabíamos lo que había pasado hace ya tiempo, pero no se han impulsado intervenciones para garantizar la seguridad de la población", lamentó en una carta publicada recientemente por los medios la madre del joven, cuya muerte conoció mientras le esperaba para cenar después de que él hubiera salido a correr.
El asunto enfrenta a los animalistas con las autoridades locales, que ordenaron la captura de otros osos por ataques sucedidos en 2020 y 2021.
Hay más de 120 osos en Trentino, pero descienden de solo dos machos, Joze y Gasper. "El empobrecimiento genético amenaza a toda la población", indicó el zoologo Andrea Mustoni, uno de los líderes del proyecto, para quien, aunque la mayoría de osos no atacan ni son carnívoros, hay ejemplares "problemáticos y demasiado confiados".