Un tribunal de la metrópoli china de Shanghái ha ordenado a una empresa que indemnice con 88.244 yuanes –unos 9,9 millones de pesos- a una mujer que fue despedida por negarse a aceptar un cambio de puesto de trabajo a 30 kilómetros de su casa después de su baja por maternidad.
La mujer, de apellido Qiu, y que estaba en periodo de lactancia, demandó a la empresa por considerar que la terminación unilateral de su contrato era ilegal y violaba las leyes laborales, reportó hoy el diario hongkonés South China Morning Post.
Qiu trabajaba desde 2011 en una empresa de gestión de propiedades y realizaba proyectos cerca de su domicilio, pero
tras su baja por maternidad en septiembre de 2020, la compañía le comunicó que su puesto original había sido eliminado y que debía asumir sus anteriores funciones en otro proyecto a 30 kilómetros de distancia.
Esto suponía un viaje de cuatro horas en transporte público cada día, por lo que Qiu, que seguía amamantando a su hijo, se negó a aceptar el nuevo arreglo y buscó una rescisión amistosa con compensación de su acuerdo laboral.
Sin embargo, la empresa insistió en que aceptara el nuevo puesto y finalmente liquidó su contrato, alegando "cuatro ausencias consecutivas" como motivo para el despido.
Ante esta situación, la mujer presentó una demanda después de un arbitraje laboral, creyendo que el despido era injustificado.
El tribunal le dio la razón y dictaminó que el cambio unilateral de trabajo y la terminación del contrato debido a ausencias injustificadas mientras la empleada estaba en periodo de lactancia constituían un despido ilegal.
El caso ha generado indignación en las redes sociales, donde muchos usuarios han criticado el trato injusto que reciben las mujeres en el ámbito laboral y la falta de reconocimiento de su valor.
"Por un lado, el ámbito laboral exige que las mujeres no tengan hijos porque afecta su trabajo, pero, por otro lado, constantemente escuchamos quejas sobre la baja natalidad", afirmaba una usuaria de Weibo -semejante a Twitter, censurada en China-, resaltando una de las principales contradicciones del entorno laboral en la sociedad del país asiático.
Muchas mujeres chinas han padecido injusticias laborales por tener hijos o pedir bajas por maternidad, una situación frecuente en un país donde hay mucha presión social y económica.
Hace tres meses, después de una baja por maternidad, una mujer descubrió que su puesto de trabajo había sido ocupado por otra persona.
La empresa decidió no renovarle el contrato tras rechazar tres puestos alternativos y tuvo que pagarle 100.000 yuanes –aproximadamente $11,2 millones1- tras una larga disputa legal.
Por eso, algunos observadores opinan que el aumento de los costos potenciales de contratación para las mujeres restringe sus oportunidades profesionales a largo plazo y empeora la situación actual.