"Encuentro atroz que me haya pasado hoy día. Nunca me había pasado algo así". Así comenzaba el relato de la estudiante de educación física, Akalia, a través de TikTok. Su video se hizo viral debido a una lamentable realidad en el colegio donde estaba realizando su práctica profesional.
La joven contó su experiencia con alumnas de un séptimo básico y acusó que "hacen lo que quieren conmigo, les doy lo mismo". Así, relató que "doy la explicación y ellas me miran y me ignoran, así de fácil. Me miran y siguen conversando. También me responden: 'Oigan hagan esto', 'no', me responden así. Cuando estamos haciendo las actividades no las hacen. Juegan, se van, conversan, se quedan acostadas".
Akalia contó además que "
también se burlan de mí. Entre ellas se secretean, me miran, se ríen. Cuando yo estoy diciéndoles que el respeto es importante se tiran miradas (…) Cosas raras que yo logro entender porque también tuve su edad y se ríen de mí".
Es una situación parecida a la que vivió el titiritero español Mario Ezno, quien también contó su experiencia en TikTok. "Que mierda estamos creando aquí" comenzó diciendo para relatar que durante una de sus presentaciones "los niños han empezado a pegarle al títere, a insultarle", incluso que uno le pegó un moco.
Ambos hicieron sus propios videos para realizar un llamado de atención a los padres respecto a la crianza de sus hijos. "Los padres qué mierda tenéis en la cabeza. Tenéis hijos y es una responsabilidad vuestra. Me han reventado la función y ni un padre -bueno alguno ha venido por la parte de atrás-, pero ni uno ha venido, ha cogido al hijo del brazo y le ha dicho 'oye eso no se hace, te están diciendo que te portes bien, eso no se hace'", dijo Ezno.
Mientras que la joven estudiante de educación física aseveró que "la primera educación viene de la casa, no puede ser que me traten así, no puede ser que traten a nadie así, ni a sus compañeras ni a nadie, soy una persona, tengo sentimientos igual que todo el mundo", incitando a los padres a "educar a tus hijos".
¿Estamos educando niños empáticos y respetuosos?
Luego de los videos virales ha surgido el debate en torno a la calidad de la educación que se le entrega a los menores de edad especialmente en las casas: ¿Estamos educando niños empáticos y respetuosos?
Según la neuropsiquiatra infanto-juvenil, Amanda Céspedes, actualmente "hay un deterioro de lo que es la parentalidad en los niños de parte de las familias, de los padres, de los tutores, de los cuidadores, de los abuelos", asegurando que su respuesta es taxativa.
La experta argumentó con que es un detrimento que "venimos observando ya desde hace algunos años y es transversal a todas las clases sociales. No podemos decir que esto se da en grupos de mucha vulnerabilidad social, de poca cultura. Esto se ve a todo nivel. Hay un deterioro que yo diría que es grave, no se está formando a los niños de manera adecuada" y agregó que "el principal deterioro tiene que ver precisamente con el respeto".
En ese contexto explicó que "no se forma a los niños en el respeto y cuando se inculca el respeto se inculca mal. Se le exige al niño que respete diciéndole 'porque soy tu padre, soy tu madre', pero no hay un ejemplo. No dan el ejemplo de ser respetuoso con otros por lo tanto el niño no tiene por qué hacerle caso".
Céspedes,
quien dirige una fundación y ha escrito libros sobre la crianza, explicó que hay dos formas de educar a los menores. Una por "modelo" que se refiere a que el niño imita lo que hace su padre o tutor, y la segunda por "modelamiento" que es cuando el adulto enseña al niño de manera intencionada lo que quiere que este aprenda. "En este caso se enseña una norma social, se enseña a ser gentil, se enseña a ser respetuoso, se enseña a ser considerado, a no burlarse. Las dos formas (…) están a pérdida y esto es transversal a todas las familias", dijo la experta.
Lamentablemente, comentó la neuropsiquiátra, "este deterioro no es solamente al interior de la familia, es social, es de la sociedad, es a todo nivel, de manera que los niños observan lo que ocurre a su alrededor, no solamente al interior de su familia. Lo que ocurre en las calles, lo que le grita alguien por la ventanilla del auto a otro que va manejando. Es muy significativo el deterioro que estamos viendo en la forma en que educamos a los niños", mencionó.
"No podemos escandalizarnos de los niños, tenemos que escandalizarnos de la sociedad que estamos creando los adultos y al interior de esta sociedad están creciendo los niños"
Amanda Céspedes
Y continuó: "
No podemos escandalizarnos de los niños, tenemos que escandalizarnos de la sociedad que estamos creando los adultos y al interior de esta sociedad están creciendo los niños".
Para la psicóloga de la Universidad de Buenos Aires, especialista en inteligencia emocional y crianza, Kari Pintos, esto tiene que ver con que se ha transitado del "adultocentrismo al niñocentrismo", explicándolo de la siguiente manera: "Pasamos de 'en esta casa se hace lo que yo digo' a consensuar, debatir, preguntar, convencer a los niños de todo, de igual a igual. Pasamos de 'usted cállese porque es un pebete y acá hablan los adultos' a vivir en simetría de roles, donde no hay diferenciación de lugares de niños y de adultos: se le exige al niño que piense como adulto y a su vez los adultos hacen berrinches cual niños pequeños. Pasamos de los castigos a que no se les pueda decir nada a los niños y niñas".
En ese sentido aconsejó que para que "sean sanos los vínculos con hijos e hijas deben ser un 80% asimétricos y un 20% simétricos", agregando: "¿Padres-amigos sin diferenciación de roles? ¿Madres-amigas de sus hijos e hijas? ¿Padres y madres ausentes, lejanos, autoritarios, infranqueables? Ninguno de los dos extremos", aseguró.
Si bien Pintos utiliza la palabra "autoridad" para conversar el respeto que debieran tener los hijos por sus padres -concepto con el cual Céspedes no se siente cómoda- dio tips para solucionar el problema, similares a los entregados por la neuropsiquiatra.
"(La autoridad debe) ser ejercida a partir de conectar con la individualidad de las necesidades afectivas, emocionales, fisiológicas de cada hijo o hija en particular"
Kari Pinto
En primer lugar, la
autoridad debe "ser ejercida a partir de conectar con la individualidad de las necesidades afectivas, emocionales, fisiológicas de cada hijo o hija en particular". Luego,
el vínculo "debe ser empático, de conexión amorosa y respetuosa", y finalmente hay que pensar y elaborar las decisiones en función de la subjetividad del niño o niña, desde un rol adulto y de búsqueda de recursos cuando los propios no bastan.
Céspedes por su parte utilizó el término "educación humanitaria" para referirse a la forma en la que los padres debieran tratar a sus hijos. "Es una educación que propende a formar personas con calidad humana. Si formamos a los niños en el respeto, en la gentileza, en la consideración, estamos formando adultos en el futuro que tengan una gran calidad humana (…) el niño nace al interior de la especie humana, pero tiene que ser convertido en un humano. En un ser humano valioso, íntegro, con virtudes, con valores", dijo.
Además, aclaró que hay que diferenciar entre dos tipos de autoridades. La primera es "una en que hay alguien que manda y otros que se subordinan y es así como muchas veces los padres crían a sus hijos. De una manera autoritaria, usan mucho el castigo. Hay un uso y un abuso del castigo", mientras que la segunda tiene que ver con que "el niño reconoce a ese adulto como autoridad por sus cualidades".
En ese sentido explicó que los atributos que hacen a un niño ver a un adulto como autoridad cuando "es confiable, que es respetuoso, que es cariñoso, que no los traiciona, que no los defrauda, que los acompaña siempre (y) que sabe consolarlo".