Con un aspecto muy alejado del tradicional antihéroe de la novela negra clásica y muchos más recursos tecnológicos, un nuevo tipo de detective triunfa en China: Los que dedican su jornada a investigar huellas de pequeñas patas y reveladores restos de pelaje a la búsqueda de mascotas extraviadas.
El desarrollo económico del país ha disparado el número de animales domésticos y del gasto que la población está dispuesta a realizar en ellos. Según cifras oficiales, se estima que a finales de 2022 había 117 millones de mascotas en las zonas urbanas del país.
Y cuando alguna se pierde, sus dueños tienen la opción de llamar a compañías como Lan Ling, una suerte de "Equipo A" cuyos miembros buscarán al animal extraviado con la ayuda de un equipamiento tecnológico que haría palidecer al mismísimo FBI.
Drones, carreras y dotes de análisis
"Los dueños de mascotas ahora se preocupan más por ellas y por su bienestar", confirmó a EFE Liu Yin Tong, líder de Lan Ling.
Gafas de visión nocturna, drones, espectrómetros, detectores de calor, cuerdas de escalada, poleas y redes de todo tipo, radios de largo alcance, focos especiales de varias potencias y hasta botes de agua son solo algunas de las herramientas que los detectives utilizan para realizar su trabajo.
El grupo tiene su "cuartel general" en la periferia de Pekín e integra a 18 personas -entre ellas varios veteranos del Ejército- que cumplen requisitos como contar con dotes atléticas, ser capaces de monitorear cámaras de vigilancia a alta velocidad y contar con capacidad de análisis y conocimiento del comportamiento animal "porque encontrar animales es similar a resolver un caso".
"Hace dos días para rescatar un gato tuvimos que correr tras él durante dos kilómetros", explicó el experto, a la vez que subrayó la importancia de saber prever qué hará un animal estresado, cuáles pueden ser sus reacciones o por qué se escapó, ya que de esa forma se puede anticipar su comportamiento posterior.
EFE/ Luo Luo.
Y si alguien sabe de comportamiento canino es Luo Luo, un perro pastor pieza clave del equipo y capaz de encontrar y lidiar con los de su especie, pero también con gatos, pájaros e incluso reptiles.
Un sector muy lucrativo
En los últimos años, la compañía ha rescatado unos 5.000 animales en Pekín y otras grandes ciudades como Shanghái o Wuhan entre los que se cuentan no solo mascotas, sino también animales salvajes o protegidos en colaboración con las autoridades.
Liu recordó como su caso más difícil el de un gato atrapado en el interior del pilar de un puente en la estación sur de trenes de la capital, donde el equipo trabajó a la vez en agua, aire y en el interior del puente durante 14 horas para salvar al aguerrido felino, del que nadie se explica cómo logró meterse en ese lugar.
Aunque prefirió no desvelar el coste del despliegue, según el diario China Youth Daily las tarifas de un detective de mascotas oscilan entre los 3.000 yuanes (unos 340 mil pesos) y los 30.000 yuanes ($3.4 millones aproximadamente) en función de la dificultad del rescate y de los medios y tiempo necesarios.
Un informe de la consultora iiMedia Research cifró en 500.000 millones de dólares ($400 millones) el volumen de negocio en torno a las mascotas que se movió en China en 2022.
"No compren mascotas, adopten
Aún así, para los entrevistados no todo gira en torno a las ganancias, que ayudan a pagar las facturas, pero también les permiten dedicar tiempo a rescatar, curar y encontrar un hogar a animales callejeros o abandonados.
"Me gustaría hacer un llamado: Si quieren una mascota, consideren adoptar en lugar de comprar", pidió Liu ante los gestos de asentimiento de varios de sus compañeros.
De la creciente pasión por las mascotas también dan fe los cientos de millones de visualizaciones y comentarios que provocan los vídeos e historias de reencuentros de animales extraviados con sus dueños.
En enero pasado, las imágenes del lacrimógeno reencuentro de una anciana de Hubei (centro) con su perro gracias a uno de estos detectives tocaron el corazón de 50 millones de internautas chinos.
Acudir a las redes sociales es, de hecho, una de las tácticas que emplean los profesionales en paralelo a la búsqueda por medios más sofisticados.
Así fue como en marzo pasado una joven de Zhejiang (este) dio con su gato, que gracias a la información proporcionada por otros internautas pudo ser rescatado in extremis a 1.600 kilómetros de su hogar junto a varias decenas más de felinos secuestrados con destino a un matadero, según publicó entonces el diario South China Morning Post.