El 13 de junio pasado,
Silvina Luna fue internada en el Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires. A su complicado cuadro de salud que enfrenta en los últimos años debido a una
insuficiencia renal, se le sumó una complicación pulmonar por una bacteria. El cuadro indicado como grave tuvo a todos en vilo, pero ahora comenzaron a llegar las buenas noticias.
"
Silvina Luna salió de la terapia intensiva en donde estaba. No quiere decir que esté muchísimo mejor esto. Ojo, no quiero crear falsas expectativas, tampoco", expresó el periodista
Ángel de Brito en el programa "LAM" de América TV sobre la información que pudo obtener en consulta con el círculo íntimo de Silvina Luna, integrado por su hermano, Ezequiel, y un reducido grupo de amigos. En detalle, expresó que
si bien se realizó un cambio de ubicación de la paciente, se mantiene con la "misma aparatología y control que en la Unidad de terapia intensiva", lo que tradujo como
"terapia intermedia".
Los días de internación de Luna tuvieron vaivenes de acuerdo al grave cuadro presentado, según lo informado a los medios de comunicación por parte de Fernando Burlando, su abogado. Se iniciaron cadenas de oraciones para brindar apoyo en medio de la complicada situación. En este contexto, De Brito explicó que si bien
las mejoras son notables, la decisión de un cambio de habitación es para brindarle un apoyo psicológico.
"Psicológicamente, la terapia intensiva es muy dura, sobre todo para una persona que está consciente.
Mientras estuvo intubada y sedada, no se daba cuenta dónde estaba. Pero como Silvina tuvo ciertas mejorías, está consciente y activa; por eso prefirieron hacer esto que hacen frecuentemente en muchas clínicas, con el mismo control, exacto, de una terapia intensiva", explicó el periodista sobre los motivos que llevaron a los profesionales a tomar la decisión.
Respecto al cuadro clínico, el conductor indicó que se realizó un hallazgo de "agua en los pulmones", por lo que se inició un tratamiento adecuado. Además, hubo un avance luego de
sumar a su día a día un tratamiento kinesiológico para recuperar fuerzas, tras haber estado un mes recostada. También, según dijo,
hace meditación, una actividad de preferencia para ella.
Actualmente, Silvina se encuentra acompañada por su entorno íntimo y, por el momento,
no quiere recibir visitas ya que se siente débil. No obstante, el periodista aclaró: "Los que la conocemos bastante y hemos trabajado con ella sabemos que es muy coqueta. Así que no quiere mostrarse así". Asimismo, remarcó que las muestras de cariño que recibe a diario -como los rezos, las cartas y las virgencitas que dejan en el hospital, entre otros- le hacen bien, por lo que indicó que quienes quieran continuar haciéndolo, todo será bienvenido.
Una operación que le cambió la vida
En 2011, Silvina Luna se sometió a una cirugía estética de
aumento de glúteos. La intervención la realizó
Aníbal Lotocki, conocido como el "médico de los famosos" al tener pacientes reconocidos del mundo del espectáculo. Meses más tarde, la modelo comenzó a sentir dolores en la zona. Sin embargo, el profesional le brindó calma sobre el cuadro.
Pese a eso, dos años más tarde,
Silvina comenzó a presentar problemas de salud que le valieron el diagnóstico de insuficiencia renal e hipercalcemia. Las investigaciones al respecto arrojaron que la enfermedad se desencadenó como consecuencia de la colocación de una sustancia llamada
metacrilato, que el propio Lotocki había puesto para el aumento de glúteos. Se trata de un material que no está autorizado para ese tipo de uso.
Desde hace una década, la reconocida figura del mundo del espectáculo trasandino atraviesa problemas de salud que la llevaron a un camino para un
trasplante de riñón. En paralelo, se presentó ante la Justicia iniciando acciones legales contra el médico, quien recibió diversas denuncias similares por parte de Gabriela Trenchi, Stefanía Xipolitakis y Pamela Sosa.
En 2022 Lotocki recibió una pena de cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación por mala praxis, pero la condena se mantuvo en suspenso.
El 13 de julio la Sala 3 de la Cámara Nacional de Casación dejó firme la inhabilitación, lo que significa que no podrá ejercer la medicina.