Durante la semana pasada, distintos actores de la mediana minería se reunieron para conversar sobre el rol de este rubro, las oportunidades, su relación con las comunidades, entre otros elementos. Al respecto, se desarrollaron diversas iniciativas para hablar sobre los desafíos del sector y de qué manera puede aportar al desarrollo económico del país.
El último día, para cerrar la semana, el presidente de SONAMI, Jorge Riesco, tuvo palabras para dar a conocer los atributos que tiene este sector productivo, según el Estudio de Caracterización que llevaron a cabo: “Han sido días de mucha participación, la mediana minería ha demostrado ser un sector sumamente dinámico. La producción de cobre de este sector aumentó un 22,3% en el periodo 2017-2021, lo cual representa un 5% de la producción nacional, de hecho, por sí sola, la mediana minería chilena es el catorceavo productor en el mundo”.
“Mientras la producción de la gran minería ha caído, la mediana ha aumentado. Los principales análisis que se han hecho, indican que hay una especial demora e incertidumbre por la tramitación de servicios, lo cual genera preocupación”, agregó.
Luego de estas palabras, se dio paso a una conversación en la que se hablaron distintos temas, sobre todo de qué manera poder hacer crecer esta industria, la cual aporta al desarrollo económico del país. Para eso, Jorge Brower, abogado asociado senior de Eelaw, se refirió a las dificultades que hay para definir este rubro, señalando que “no hay un entendimiento normativo de los distintos sectores. Este segmento de la industria está bien caracterizado, sin embargo, es cierto que hay que establecer límites de cantidades de producción. La regulación no reconoce a la mediana minería, y lo deja sujeto a las mismas exigencias que tiene la gran minería, siendo dos segmentos muy distintos”.
Por su parte, Cristián Argandoña, vicepresidente de SONAMI, también habló sobre la regulación, diciendo que “respecto de la condición y ordenamiento jurídico de este segmento, creo que es discriminatorio. Las empresas más grandes del sector procesan entre 5 mil y 6 mil toneladas diarias, sin embargo, una compañía similar, procesa 275 mil toneladas al día, si uno cree que eso es igual, es algo dispar. Uno puede ver que hay un trato discriminatorio, porque el impacto es inferior y estamos regulados con los mismos permisos que las empresas grandes, siendo que los proyectos de mediana minería son cortos y acotados”.
A su vez, Argandoña quiso destacar la relevancia de esta industria y la necesidad de que se regule: “La minería se ha hecho cargo de todas las adecuaciones y modernizaciones que se han implementado, usa solo el 3% del agua continental y aporta más del 10% del PIB, otorga empleos de calidad y ha incorporado innovaciones. Todas las empresas de la mediana minería tienen estándares y sistemas de gestión de muy buen nivel”.
Finalmente, Riesco también fue enfático en destacar el rol de este segmento, diciendo que “la mediana minería no se ha quedado atrás, es una industria súper importante, ha incorporado innovaciones y tienen procesos muy modernos. Ha hecho un esfuerzo y eso se representa en el aumento de producción. Es un sector muy extenso, pero difícil de definir”.