La Policía de Tailandia informó que ya hay suficientes pruebas para acusar al chef español Daniel Sancho del "asesinato premeditado" del cirujano colombiano Edwin Arrieta y dio la investigación por concluida.
"Todas las pruebas han llevado al acusado a confesar (...) Hoy damos esta rueda de prensa para (anunciar) el cierre de este caso y yo mismo ya he hablado con el embajador de Colombia", dijo Surachate Hakparn, subdirector de la Policía de Tailandia y conocido como "Big Joke".
Sancho, de 29 años e hijo del actor español Rodolfo Sancho, ha sido acusado por la Policía de asesinato premeditado después de que él mismo confesara haber matado y descuartizado al cirujano colombiano Edwin Arrieta, de 44 años, el pasado 2 de agosto en la isla tailandesa de Phangan.
"Hemos consultado al fiscal sobre algunas de las pruebas y son suficientemente consistentes para acusarlo de asesinato premeditado, lo que conlleva la pena de muerte", dijo Surachate, quien explicó que ahora tendrá que ser el fiscal el que estudie el caso y establezca la petición de pena de cara al juicio.
"Si fue premeditado y era algo que se había preparado de antemano, suele ser pena de muerte. Sin embargo, todo depende del tribunal", explicó el policía, que habló con los medios en una sala decorada con paneles que ilustraban el caso a través de fotografías de los implicados y de diferentes lugares de la isla.
En Tailandia, la pena máxima para el asesinato premeditado es el castigo capital, aunque fuentes consultadas por EFE afirman que el hecho de que Sancho haya confesado y colaborado con la investigación podría ayudar a rebajar la condena.
A pesar del anuncio de cierre del caso, el informe policial todavía no ha sido enviado a la fiscalía, por lo que según fuentes jurídicas consultadas por EFE, éste no estaría aún cerrado, aunque podría ser inminente. En este sentido, la Policía reconoció hoy que faltan algunas pruebas importantes, como la autopsia de la víctima.
Una vez cerrado el caso, la fiscalía todavía podría hacer uso del plazo de 83 días para la investigación –que arrancó cuando Sancho ingresó en prisión provisional en la vecina Koh Samui el 7 de agosto– para estudiar y pedir más pruebas, antes de fijar fecha para el juicio.
Lo habría apuñalado y luego descuartizado
Surachate relató que Sancho "apuñaló" en el lado izquierdo del pecho a Edwin Arrieta durante una discusión. "Hubo una pelea y entonces Daniel apuñaló a Edwin, quien se golpeó la cabeza contra el lavabo", apuntó, si bien indicó que todavía están esperando que los resultados de la "autopsia confirmen definitivamente la causa de la muerte" de Arrieta.
La única prueba presentada del apuñalamiento durante la rueda de prensa fue una fotografía de una camiseta rajada en la que no se apreciaban restos de sangre.
"No fue un accidente, porque (Sancho) fue a comprar material para el asesinato, como un cuchillo y una navaja", insistió en repetidas ocasiones el policía, que suele involucrarse en los sucesos de mayor impacto mediático o en los que están implicados extranjeros.
Surachate también aseguró que no hay ningún indicio que haga sospechar que hubo más personas implicadas, según las pruebas forenses y lo observado en las cámaras de seguridad. "De acuerdo con las pruebas que tenemos del lugar del crimen, hubo un solo perpetrador y se han encontrado dos cuchillos y una sierra", explicó el policía.
También detalló que el ADN encontrado en una camiseta de Arrieta apunta a Sancho como único responsable, además de otras pruebas halladas en la escena del crimen.
Surachate especificó que el desmembramiento del cuerpo se prolongó durante tres horas, y que después Sancho se quedó toda la noche limpiando los rastros en el lugar del crimen, un hotel reservado por el español junto a la playa de Salad, en la isla de Phangan. Allí, la policía también halló 9.000 dólares en la caja fuerte utilizada por Sancho.
Al ser consultado sobre el móvil del crimen, el policía dijo simplemente que, de acuerdo con la confesión de Sancho, el joven español quería dejar la relación que mantenía con Arrieta, quien no habría estado conforme.
En una entrevista con EFE un día después de su detención el 5 de agosto, Sancho acusó a Arrieta de estar obsesionado con él y de amenazarlo. "Soy culpable, pero yo era el rehén de Edwin. Me tenía como rehén. Era una jaula de cristal, pero era una jaula. Me hizo destruir la relación con mi novia, me ha obligado a hacer cosas que nunca hubiera hecho”, aseguró.
En relación a si había pruebas de posibles amenazas en el móvil de Sancho, el número dos de la Policía no quiso confirmar su existencia y apuntó que no podía desvelar el contenido de los mensajes de su teléfono.
Sancho y Arrieta, que se conocieron el año pasado a través de Instagram, habían quedado de encontrarse en Koh Phangan el 2 de agosto, día en el que tuvo lugar el asesinato y descuartizamiento del cirujano, cuyos restos han sido encontrados en varias localizaciones de la isla de Phangan, incluido el mar.
El español, quien ha confesado el crimen, se encuentra desde el lunes, 7 de agosto, en prisión provisional en la cárcel de la vecina isla de Samui tras pasar ese mismo día a disposición judicial y donde permanecerá hasta ser juzgado.
El joven se encuentra cumpliendo 10 días de aislamiento por protocolo covid-19, periodo que acabaría el jueves, y a partir de ese momento podrá recibir videollamadas o visitas presenciales de su familia y amigos.