El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge
prohibió al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol
Luis Rubiales acercarse en un radio de 200 metros a Jenni Hermoso o comunicarse con ella, durante la investigación de la causa abierta por el beso en la boca que dio a la jugadora en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelandia.
El magistrado atendió parcialmente la petición de la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la futbolista y acordó estas
medidas cautelares para Rubiales, tras su declaración como investigado este viernes por presunta agresión sexual y coacciones a Hermoso.
Tras su declaración en la Audiencia Nacional, apenas cinco días después de dimitir,
la Fiscalía había solicitado que se dictase una orden de alejamiento contra él a menos de 500 metros de Hermoso, una
distancia que el juez acortó al decretar la prohibición de que Rubiales se acerque a la futbolista
en un radio de 200 metros.
En un auto, que no se facilitó a los medios,
el magistrado rechazó, no obstante,
imponerle la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado como solicitaba la Fiscalía;
y declinó también la solicitud de la abogada de Jenni Hermoso para
que se embargasen sus bienes de forma preventiva.
Casi un mes después de la victoria de la selección femenina del Mundial de fútbol en Sidney,
Rubiales compareció este viernes como investigado por el beso en la boca que dio a Hermoso, agarrándola la cabeza con las dos manos, durante la entrega de trofeos del 20 de agosto pasado, un escándalo que provocó una oleada de indignación a nivel nacional e internacional.
Como se esperaba, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF)
mantuvo que aquel beso fue consentido por ambas partes, como ya defendió ante la Asamblea General de la institución;
y negó que coaccionase a Jenni Hermoso o a su entorno para que justificase públicamente aquel episodio, según han informado fuentes presentes en su declaración.
Apenas una hora duró la comparecencia de Rubiales, en la que
contestó a las preguntas del juez y de todas las partes y
mantuvo una versión exculpatoria al negar todas las acusaciones que dirige contra él la Fiscalía, que presentó una querella después de que Jenni Hermoso formalizase su denuncia.
Por su parte, la
abogada de la campeona del mundo, Carla Vall, reiteró que, como ya manifestó Jenni Hermoso, "
fue un beso no consentido".
"Todo el mundo vio las imágenes, todo el país las vio. Y podemos decir precisamente que gracias a ello, gracias también al cambio social, al cambio legal, de algún modo podemos sostener que hubo
completamente una falta de consentimiento por parte del señor Rubiales", manifestó en declaraciones al centenar de periodistas congregados ante la Audiencia Nacional.
Vall señaló que
Hermoso se encuentra "afectada" por lo sucedido, "por el acto humillante que sufrió en el estadio y que empañó un hito deportivo, una victoria tan grande".
Rubiales llegó a la Audiencia Nacional tres cuartos de hora antes de su citación acompañado de su abogada, Olga Tubau, conocida por haber defendido al mayor de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluís Trapero, por el despliegue policial del 1 de octubre de 2017, día del referéndum ilegal de Cataluña, un caso en el que fue absuelto.
A la entrada de la sede del tribunal, Rubiales, sin hacer declaraciones -yampoco a la salida-, abría la puerta a la letrada ante el medio centenar de cámaras de medios nacionales y extranjeros que se agolparom en uno de los días de mayor expectación mediática de los últimos tiempos en la Audiencia Nacional.