Durante los meses de enero y febrero, muchas personas deciden irse de
vacaciones, las que son sinónimo de
descanso y alegría. Sin embargo, en este periodo también puede ocurrir
algún imprevisto, como algún
accidente leve o una necesidad de primera atención. Para
enfrentarlas de buena manera, especialistas entregan recomendaciones en caso de que ocurran.
Lo primordial es tener un
botiquín de vacaciones y
llevarlo a donde sea que vayas. Sergio Durán, académico de la carrera de Enfermería de la Universidad Andrés Bello, sede Concepción, explicó que tener un botiquín en la casa y llevarlo en un viaje "es una de las medidas de
seguridad básica y nos permite dar una primera atención en casos de algún evento o accidente, que puede ir desde una picadura de mosquito, pasar por lesiones osteomusculares o accidentes graves con riesgo alto de muerte".
El docente dijo que el botiquín siempre
debe estar ordenado, en un lugar
fresco y seco. Debe estar
libre de humedad para cuidar la calidad de los insumos o materiales que van adentro, y recomendó que siempre exista una persona responsable de guardar y cuidar este insumo.
Sin embargo, el especialista advierte que esta medida es solo para los
cuidados básicos y más habituales, ya que en caso de emergencias mayores se debe buscar asistencia médica. "Si el evento es de mayor gravedad o complejidad, debemos activar inmediatamente la cadena de sobrevivencia al 131 de SAMU o al 132 de Bomberos para que prontamente vayan al rescate", agregó.
Pero, ¿qué debe tener el botiquín de vacaciones?
La doctora Claudia Cortés, jefa de infectología y coordinadora de Medicina del Viajero de Clínica Santa María señaló que este debe tener diversos medicamentos y utensilios, como:
- Incluir todos
los remedios de uso diario. No se puede olvidar el remedio de la diabetes, o de la hipertensión. Hay que seguir con los tratamientos habituales.
-
Remedios para bajar la fiebre, o
el dolor, como
paracetamol o ibuprofeno en clasificaciones de adultos o niños, según corresponda.
-
Medicamentos para la alergia, sobre todo si somos particularmente alérgicos cuando nos pica un insecto, porque cuando salimos de vacaciones habitualmente vamos más cerca de la naturaleza.
- Siempre es importante incluir un
termómetro para monitorear la fiebre en caso de que se presente.
-
Vendas, parche curita y desinfectantes para tratar alguna herida como el alcohol al 70% o la povidona yodada. Por su parte, Sergio Durán, recomendó usar
suero fisiológico o agua limpia para lavar la zona afectada.
- No olvidar el protector solar.
El académico de la UNAB por su parte dijo que
llevar repelentes contra insectos para evitar las picaduras y posibles infecciones o reacciones alérgicas secundarias de esta misma,
es un utensilio básico.
A su vez indicó que es relevante llevar
gasas estériles para limpieza de heridas y
contención de sangrado en caso de que exista algún tipo de corte que sea moderado o leve. Si hay
hemorragias complejas, se debe usar
toallas limpias para contenerla.
Por otra parte el mismo experto estableció que un buen botiquín debe tener un
equipo de curaciones desechables para tratar heridas, cortes o alguna lesión de la piel, como
vendas en rollo para lesiones en articulaciones o proteger heridas,
apósitos para cubrir las zonas y
vendas adhesivas para estos queden fijados. Por último, debe contener botellas con agua limpia y alguna solución de sales hidratantes.
En cuanto a los medicamentos, el profesional insistió en que solo deben estar los
fármacos de uso crónico. "Hay que tener en claro que algunas personas tienen efectos adversos a medicamentos o alergias, lo que hace importante no automedicarse, porque puede ocultar síntomas de una enfermedad más grave retrasando su diagnóstico oportuno", finalizó.