La princesa de Gales, Catalina.
AP
Kate, princesa de Gales, abandonó el hospital donde se sometió a una cirugía abdominal hace casi dos semanas. Ella regresó a su domicilio de Windsor (ubicado en las afueras de Londres), donde está "realizando buenos progresos", según informó hoy el palacio de Kensington a través de un comunicado oficial.
"La princesa de Gales regresó a su casa en Windsor para continuar recuperándose de la cirugía. Está teniendo una buena evolución", señaló el documento.
"El príncipe y la princesa
desean agradecer enormemente la atención brindada a todo el equipo de la London Clinic, especialmente al dedicado personal de enfermería", añadió el texto oficial.
"La familia de Gales extiende su agradecimiento por los buenos deseos que ha recibido de todo el mundo", concluyó.
Tras su intervención, que "fue un éxito", según reveló el mismo escrito, la princesa anuló todos sus compromisos oficiales hasta el final de las fiestas de Pascua, el 31 de marzo.
Una intervención misteriosa
La esposa del príncipe William, heredero al trono británico, ingresó en el hospital privado londinense The London Clinic el pasado 16 de enero para someterse a una intervención abdominal. Su hospitalización ha estado en el foco de la atención mediática durante estas semanas, ya que se entregaron pocos detalles sobre su intervención, lo que creó interrogantes sobre su dolencia.
Sin embargo, un día después de su ingreso al hospital, medios británicos afirmaron que la princesa no padece cáncer. Aunque, "dado el tiempo que se espera que esté en el hospital y su lento regreso a los deberes reales, es poco probable que su cirugía haya sido menor", explicó The Times.
"La cirugía abdominal puede referirse al estómago, el apéndice, los riñones o el intestino, o el sistema reproductivo", añadió el diario.
"El hecho de que la princesa permanezca en el hospital durante gran parte de los próximos quince días indica una operación seria", escribió el mismo medio.
Cabe mencionar, que su
suegro el rey Carlos III de 75 años, cumplió este lunes su cuarto día de hospitalización en la misma clínica de Londres en la que estuvo ingresada Kate, tras ser intervenido por una
hipertrofia benigna de la próstata.
Con respecto a su evolución, medios británicos señalaron que el monarca "está bien", según los que mencionaron fuentes anónimas.
Las precisiones sobre la dolencia "benigna" del rey se hicieron públicas para animar a los ciudadanos hombres a hacerse pruebas, puesto que la monarquía no suele dar muchos detalles de estos temas.
Los problemas de salud de los dos miembros de la familia real británica, dejan a la monarquía sin tres figuras importantes, ya que William también decidió suspender su presencia en actos públicos para estar junto a su mujer.
La reina Camila será por tanto casi la única integrante de la primera línea real que estará activa durante las próximas fechas.
