Como todos los años, el primer fin de semana de abril llega el cambio de hora, medida que es odiada por algunos pero esperada por otros. Es así como este sábado hay que -nuevamente- modificar los relojes para darle la bienvenida al horario de invierno que se aplicará en casi todas las regiones del país.
De esta forma, amanecerá y oscurecerá más temprano, dando por finalizado el horario utilizado durante la temporada de verano, que estaba vigente desde septiembre de 2023.
A continuación te entregamos cinco datos clave para tener en cuenta en este cambio de hora.
¿Adelantar o atrasar?
El sábado 6 de abril será el único día del año que tendrá 25 horas, ya que a las
23:59 horas, un minuto antes de la medianoche, los relojes
deberán atrasarse en 60 minutos para marcar las 22:59 horas, dando inicio oficialmente al horario de invierno que durará
hasta el 7 de septiembre.
Esta medida se aplicará en casi todo el territorio nacional, menos para quienes viven en la
Región de Magallanes y la Antártica Chilena. En estas zonas
no rige el nuevo horario y por lo tanto, los dispositivos se deberán mantener con la hora actual de forma permanente.
En tanto, las
Isla de Pascua e Isla Salas y Gómez, también tendrán que atrasar su horario en
60 minutos, pero lo harán cuando su relojes marquen las
22.00 horas locales.
Una discusión que se extiende por años
Pese a que algunos esperan el horario de invierno, hay muchos que prefieren el de verano. De hecho, la medida ha generado una discusión desde hace varios años, que gira en torno al impacto en los ciclos del sueño, el estado de ánimo o el ahorro "marginal" de energía que esta implica. De esta manera, cada vez que se aproxima el cambio de hora, resurge el debate respecto a si sería mejor terminar con esta norma y dejar un solo horario en forma permanente todo el año en el país.
Las discusiones las han enfrentado
diferentes gobiernos, que a su vez han buscado diferentes fórmulas.
En 2015, durante la administración de la
ex Presidenta Michelle Bachelet se determinó
dejar solo un huso horario (GMT-3 u "horario de verano"),
pero en 2016, el horario de invierno volvió, aunque solo por tres meses. Durante el gobierno del
ex Presidente Piñera, en 2018, se estableció que el "horario de invierno" duraría cinco meses, mientras que el de verano estaría vigente los siete meses restantes, lo que regiría hasta 2022.
El
Gobierno del Presidente Gabriel Boric enfrentó nuevamente el dilema, por lo que en marzo de 2022 el entonces ministro de Energía, Claudio Huepe, anunció que se creó un
comité técnico interministerial del horario, integrado por los ministerios de Educación, Salud, Interior, Transportes y Telecomunicaciones, Economía, Agricultura, Segpres y Energía para evaluar los cambios de horario.
De esta manera y de acuerdo a las conclusiones de los diversos participantes de dicho proceso
, se decidió mantener el horario de invierno por un periodo de cinco meses para Chile, y el horario de verano, por siete meses.
Durante el 2024, la polémica volvió a surgir porque
algunos diputados de la UDI pidieron que se establezca un solo huso horario en Chile, tal como ocurre en Magallanes. Los parlamentarios
Marta Bravo y Fernando Bórquez, presentaron un
proyecto de resolución para solicitarle al Gobierno que aplique dicha medida, pero deberá ser definido por una comisión experta a cargo del tema.
Al respecto, si bien los parlamentarios reconocieron que se ha vuelto una tradición debatir sobre los eventuales beneficios y perjuicios que dicha medida genera en las personas,
advirtieron que existen una serie de estudios técnicos y científicos que demostrarían -más allá de uno u otro huso horario-
la inconveniencia de estar cambiando de hora todos los años, como históricamente ha ocurrido.
La petición de Aysén
Los diputados de la UDI, no fueron los únicos que solicitaron terminar con el cambio de hora. Bajo el nombre "no al cambio de hora en Aysén" y mediante la plataforma Change.org, el parlamentario de Demócratas, Miguel Ángel Calisto, impulsó una campaña en la que solicita al Gobierno no aplicar la modificacióna la Región de Aysén, para que esta se sume a la realidad de la Región de Magallanes.
Su objetivo es que al "
mantener el horario de verano nos permitiría una hora más de luz en la tarde. En el horario de invierno, los niños entran al colegio de noche, y en el caso de la jornada completa, prácticamente salen también de noche. Si mantenemos el horario tal como está,
es algo beneficioso para los niños, para las familias y también para el comercio", indicó.
Además, el legislador agregó que "en nuestra región es fundamental hacer todos los esfuerzos para permitir instancias que
ayuden a mantener una buena salud mental. Tener menos horas de luz en la tarde no nos ayuda en nada, por el contrario. Necesitamos que las familias
tengan más tiempo para poder disfrutar cuando el clima lo permita".
¿Cómo ajustar los dispositivos electrónicos?
Pese a las diferentes solicitudes de los parlamentarios, el cambio de hora ya es inevitable y aunque la mayoría de los
dispositivos inteligentes vienen con una configuración automática predeterminada,
no hay que confiarse, ya que esta no siempre se activa. "Por eso, el llamado es a estar atentos a los teléfonos, tablets y computadores, y de ser necesario, hacer la actualización en forma manual", explicó el subgerente de Productos y Terminales de Entel, Ignacio Reyes.
Pero, ¿cómo hacerlo? Esto dependerá del sistema operativo de los equipos tecnológicos. Sin embargo, los pasos a seguir son muy sencillos.
- Para
dispositivos Apple como iPhone, hay que ir a la Configuración del teléfono y seleccionar la opción General > Fecha y Hora > activar Definir Automáticamente.
- En el caso de
aparatos con sistema operativo Android, será necesario dirigirse a la sección de Ajustes o Configuración y seleccionar Administración General o Sistemas y Actualizaciones > Fecha y Hora > activar opción Establecer Automáticamente.
Los efectos del cambio de hora en la salud
Es importante mencionar que varios expertos recomiendan mantener el horario de invierno durante el año, ya que hay más luz durante la mañana y esto permite que las personas se activen antes. En este sentido, el doctor Leonardo Serra, jefe del centro de trastornos del sueño de la Clínica Alemana, explicó que "los seres humanos dependemos mucho de la luz ambiental para acoplarnos al ambiente y cuando parte la luz muy tarde, nos cuesta despertarnos y nos cuesta activarnos para poder concentrarnos y despertarnos bien".
"De hecho, pasamos más partes del año con horario de verano que con horario de invierno y no solamente quedamos con falta de sueño sino que nos acostamos más tarde, con más calor, perdemos más sueño y ahí sí también durante una buena parte del año también oscurece más tarde y dormimos menos a fin de cuentas".
Doctor Leonardo Serra, jefe del centro de trastornos del sueño de la Clínica Alemana
En ese sentido, el especialista agregó que el
horario de invierno, "es el más adecuado, ya que por geografía es más correcto y es el que estamos promoviendo que exista y
que ojalá se mantuviera siempre, sobre todo porque una vez que nosotros pasamos al horario de verano nos quedamos con una deuda de sueño. De hecho, pasamos más partes del año con horario de verano que con horario de invierno y no solamente quedamos con falta de sueño sino que
nos acostamos más tarde, con más calor, perdemos más sueño y ahí sí también durante una buena parte del año también oscurece más tarde y dormimos menos a fin de cuentas".
El doctor Roberto Arias, otorrinolaringólogo de Clínica Indisa, coincide con Serra indicando que "
no debería haber cambio de hora, todos los años debemos estar sujeto a estos cambios y alteraciones; el horario natural por la zona en que nos encontramos es el horario de invierno".
Además, la medida genera alteraciones en el organismo y según explicó el mismo médico, "
el cambio de horario desajusta el horario de sueño por unos días, máximo una semana" y puede provocar "
insomnio, irritabilidad y desconcentración". En tanto, puede tener consecuencias en el
estado anímico, rendimiento, falta de atención, generando cefaleas, cansancio y somnolencia.
"Se debe tratar de mantener un horario de acostarse y levantarse fijos; no tener implementos electrónicos al ir a dormir; última comida, en lo posible, dos horas antes de acostarse; no realizar ejercicio físico cerca de la hora de dormir".
Roberto Arias, otorrinolaringólogo de Clínica Indisa
Arias estableció que para evitar dichos efectos, "
se debe tratar de mantener un horario de acostarse y levantarse fijos; no tener implementos electrónicos al ir a dormir; última comida, en lo posible, dos horas antes de acostarse; no realizar ejercicio físico cerca de la hora de dormir".
Sin embargo, estos no son los únicos efectos que genera el cambio de hora, ya que la medida según la nutricionista y directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello en Concepción, María Cristina Escobar, si bien no siempre se relaciona, el cambio de hora puede repercutir de distintas maneras sobre la alimentación de las personas. En los adultos por ejemplo puede llevar a un abuso del consumo de estimulantes con la finalidad de combatir el sueño, mientras que en los niños puede provocar alteraciones en el apetito.
"Todos tenemos un reloj biológico interno conocido como ritmo circadiano, siendo el encargado de regular el ciclo de sueño y vigilia, además del apetito y metabolismo, esto último se refiere a cómo el organismo procesa los distintos nutrientes y regula el apetito, el cual se altera con el cambio de hora", señaló la especialista.
"Durante el horario de invierno, tenemos menos horas de luz solar junto a temperaturas más frías, combinación perfecta para modificar la preferencia de alimentos más frescos y ligeros como ensaladas por alimentos calientes y preparaciones más calóricas en horarios más tardes de lo habitual, incidiendo en el tiempo en el peso corporal".
María Cristina Escobar, directora de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello en Concepción
Con estos cambios,
la calidad de sueño se ve afectada, "i
nfluyendo directamente en la leptina y el cortisol, hormonas encargadas de regular el apetito y el estrés respectivamente. Durante el horario de invierno, tenemos menos horas de luz solar junto a temperaturas más frías, combinación perfecta para
modificar la preferencia de alimentos más frescos y ligeros como ensaladas por alimentos calientes y preparaciones más calóricas en horarios más tardes de lo habitual, incidiendo en el tiempo en el peso corporal".
Algunas recomendaciones que podrían ayudar a mitigar estos efectos se relacionan
con el comer de manera saludable y equilibrada, aumentando la ingesta de alimentos con mayor
poder de saciedad, como es el caso de aquellos ricos en proteínas y fibra, como carnes magras,
huevo, pescado, frutos secos, alimentos integrales, verduras y frutas.