"Esta situación se repite cada semana (laboral) y cada fin de semana (recreativo) en muchas familias", señala Ana San Martín Leiva en un post que publicó en su cuenta de Linkedin, donde narra una
situación que le tocó vivir el fin de semana que recién pasó junto a otras apoderadas del colegio de sus hijos, y que pretende ser
un llamado de atención respecto a la coparentalidad en las familias.
En su publicación, Ana San Martín Leiva, quien es gerenta de Implementación en Talana -plataforma para la administración de recursos humanos-, cuenta que el sábado
mamás y papás del colegio de sus hijos participaron en campeonatos amistosos de pádel, programados a la 09:00 horas pero en distintos lugares de Santiago.
Así,
mientras muchas mamás llegaron a los encuentros con sus hijos pequeños -"llevaban todo tipo de entretención y comida"-,
todos los papás asistieron solos. "En ambos lados había muy buena energía y alegría", asegura San Martín.
Sin embargo,
los problemas empezaron a aparecer cuando se iniciaron los partidos.
"Campeonato mamás, cada cierto rato se escuchaba un niño llorando. Campeonato papás, no había interrupciones".
Ana San Martín Leiva
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Campeonato mamás: cada cierto rato se escuchaba un niño llorando porque se cayó, porque le picó una abeja, porque quería a su mamá... Las mujeres que no estaban jugando en ese momento intentaban ayudar para que esa mamá pudiese seguir jugando su partido o simplemente
se interrumpía el partido", relata la mujer.
En paralelo,
en el campeonato de los papás "no había interrupciones".
El evento siguió desarrollándose y ya cerca del mediodía
"en la medida que iban terminando de jugar las mamás se iban yendo. A la premiación final se quedaron muy pocas".
En tanto,
en el caso de los papás -dice San Martín- a las 15:00 horas "el 100% de los jugadores aún estaba ahí. Ya había pasado la premiación y ahora
estaban en un 'tercer tiempo' que duró hasta las 5 PM donde pudieron hacer 'networking' y relajarse".
"Creo que la situación es tan gráfica que no vale la pena comentar nada más. Pero
esta situación se repite cada semana (laboral) y cada fin de semana (recreativo) en muchas familias. Y por ser cotidiano nos parece normal. Y justamente ese es mi propósito, visibilizar situaciones que pasan inadvertidas", señala la mujer. Y finaliza:
"Subo ese post precisamente un día domingo, para que ojalá hoy mismo genere una
conversación que tenga un impacto en la vida laboral y recreativa de las mujeres".
"Esta situación se repite cada semana (laboral) y cada fin de semana (recreativo) en muchas familias. Y por ser cotidiano nos parece normal".
Ana San Martín Leiva
La publicación de Ana San Martín recibió varios comentarios, tanto de mujeres como de hombres. "En mi círculo, apoderados, amigos y colegas, ve mucha coparentalidad, padre que participan y se dividen tareas con sus esposas. Claramente hay que avanzar, pero
no creo que sea positivo generalizar, sino invitar y con ejemplos contagiar al medio.
La comunicación y sinceridad es clave. El proyecto familiar es de los 2 no solo de 1", opinó José Manuel García Risco.
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El problema no está en el género, el problema está en los convenios que se realizan al momento de dividirse obligaciones del hogar, el problema fue a quienes eligieron esas mamás que duramente acarrean solas con sus hijos para poder jugar pádel. Si desde el comienzo se hacen conversaciones de las obligaciones matrimoniales, estoy seguro que eso no pasaría. Por lo tanto
la elección de esas mamás de dicho colegio, claramente no fue la mejor (...) Pero
si sales al mundo te darás cuenta que eso no es lo normal y que lastimosamente estás generalizando o victimizando una situación personal", escribió Joaquín Sempertegui.
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Es una metáfora de la vida misma, que buena analogía hiciste. Es por esto mismo que
debemos seguir insistiendo en la equidad y la igualdad de oportunidades, y en mi visión, debe ser promovida tanto en mujeres, pero aún más en hombres, ya que no podemos avanzar si no tenemos el apoyo de este otro lado de la sociedad (...)
Sigamos hablando, discutiendo, insistiendo, buscando espacios", planteó Claudia Francisca Castillo Pinaud.
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Tiene que ver también con lo maternalistas que somos las mujeres, nos cuesta soltar y entregar responsabilidades al hombre. Creemos que a nosotras se nos hace 'más fácil' tener tanta carga o no "confiamos" que hijo/a va a estar bien cuidado mientras el papá está en una actividad paralela", indicó María Teresa Valdés Silva.
"Siendo mamá, veo que esa escuela también organizó algo al mismo tiempo para ambos padres, sabiendo que tienen niños... quién se supone que los cuida? La carga mayor la tenemos nosotras (a veces por no querer soltar) pero
el ambiente a veces debe colaborar... y más la escuela que conoce a las familias", opinó Ana María Manjarres Salas.
Cabe recordar que la
coparentalidad se refiere a la
capacidad de los padres o de adultos que ejercen funciones de cuidado de menores, para trabajar como equipo en tareas relacionadas con la crianza, coordinándose y apoyándose mutuamente.