A la izquierda las abejas saliendo del agujero y a la derecha, la cámara térmica mostrando la existencia de una colmena al interior de la pared.
Captura Revista People
Saylor Class, una niña de tres años que vive en una granja de 100 años de antigüedad en Carolina de Norte (Estados Unidos), insistía que en su pieza
escuchaba "monstruos". Sin embargo,
sus padres no dieron importancia a los reclamos de su hija y, de hecho, pensaron que sus quejas tenían relación con que la menor acababa de ver la película de Disney Pixar "Monsters Inc.".
"Ella decía que escuchaba monstruos en la pared de su habitación", dijo Ashley Massis Class, la madre de Saylor, a la revista People. Asimismo, aseguró que tanto ella como su marido pensaron que su hija "se refería a que había monstruos en su clóset", cuando trataba de explicar lo que sucedía.
"Estaba enloquecida. Tenía que quedarse en nuestra habitación".
Ashley Massis Class, madre de Saylor
. Los padres intentaron de todo para tranquilizarla. "Le dijimos: 'No hay nadie en ese clóset'.
Hicimos bromas sobre luchar contra el monstruo", agregó Ashley. Incluso elaboraron un creativo método y le dieron "una
botella con atomizador llena de agua que era su
spray para monstruos y para que pudiera espantarlos".
Sin embargo, nada tuvo efecto y la niña comenzó a tener
"terrores nocturnos". "Estaba enloquecida. Tenía que quedarse en nuestra habitación y seguía diciendo que había monstruos", aseguró su madre.
Pasaron los días, y Ashley y su marido empezaron a notar que algunas
abejas en su ático, por lo que decidieron contactar a una empresa de control de plagas. Según contó la mujer, la compañía verificó que se trataba de esos insectos y les aseguraron "que probablemente solo buscaban un lugar donde quedarse". Asimismo, les indicaron que no las podían fumigar "porque están en peligro de extinción".
Es por esto que la pareja decidió contactar a un
apicultor para que tapara el agujero por el que las abejas habían entrado. Fue entonces cuando el especialista descubrió que las abejas se dirigían hacia las tablas del piso de madera del ático,
justo encima de la pieza de Saylor.
De esta manera, el apicultor evaluó la situación con una cámara térmica, percatándose de lo que realmente ocurría: había una colmena dentro de la pared. Acto seguido, tomó un martillo y golpeó el muro, quedando impactado con lo que vio.
"Salieron como en una película de terror. Había corrientes de abejas y la pared rezumaba miel. Pero parecía sangre porque estaba muy, muy oscura, corriendo por las paredes rosadas de mi hija. Parecía realmente extraño", contó Ashley.
"Salieron como en una película de terror. Había corrientes de abejas y la pared rezumaba miel".
Ashley Massis Class, madre de Saylor
"Era una de las mayores concentraciones de abejas que había visto en sus 40 años de carrera", agregó. "Solo 50.000 abejas pululaban como locas en el dormitorio de mi hija.
Era una pesadilla. Dejaban caer miel por todos lados, sobre todas sus cosas", dijo después.
Durante el primer día de trabajo, el apicultor pudo sacar 20.000 insectos y un trozo de panal de 45 kilogramos. Sin embargo aún está lejos de terminar.
"Cerramos la habitación y regresó al día siguiente. Sacó otras 20.000 abejas. Ahora el agujero en la pared está cubierto de plástico y todavía siguen entrando abejas. Creemos que ahora hay otras 20.000 abejas, así que "regresará, anticipando sacar otras 20.000", aseguró la madre según reportó la revista People.
Tras sacar 60.000 insectos aproximadamente, el apicultor estimó que estos trabajaron unos "ocho meses". "Si esto hubiera durado más, porque la casa tiene 100 años y las paredes son de yeso, con el tiempo se habrían agrietado y miles de abejas podrían haber entrado en la habitación de mi hija. Escuchar eso fue un nuevo terror para mí", contó la mujer.
Además, el apicultor, a quien la pequeña Saylor bautizó como un "cazador de monstruos", "encontró a la reina y pudo trasladar (a las abejas supervivientes) a un santuario de abejas".
Millonarios daños
Ashley reveló que los daños que dejaron las abejas ascienden a
alrededor de 20.000 dólares (unos $20 millones). La situación le sorprendió y le pareció "una locura"
, ya que el agujero por el que entraban era "muy pequeño, del tamaño de una moneda de diez centavos".
20.000dólares, aproximadamente, costará arreglar los daños qwue dejaron las abejas
En ese sentido explicó que para arreglar su casa va a tener que "
volver a sellar todo, tapar el pequeño agujero en el que se metieron (...). Y luego tenemos que volver a aislar toda la pared.
La miel goteó todos los cables eléctricos, así que tenemos que rehacer eso".
Asimismo detalló que Saylor "estará fuera de su habitación durante al menos cuatro semanas porque tenemos que esperar dos semanas para hacerlo".
Cabe mencionar que a pesar de que se eliminaron casi 60.000 abejas, la madre aseguró que continúa viendo miles de estas en la habitación. De hecho, dijo que lo que ocurre ahí es similar a una
escena de crimen.
"Tenemos que entrar corriendo, agarrar lo que podamos y salir corriendo o nos picarán.
Es bastante loco. No podemos dejar la puerta abierta y tenemos mucho miedo de que los niños se metan", dijo.