Según reporta la prensa británica, la investigación contra Joynes se inició luego de que en el colegio surgieran rumores de una presunta
actividad sexual con el adolescente A.
Mientras la policía realizaba las indagatorias, la mujer
fue suspendida de su trabajo y puesta en libertad bajo fianza con la condición de que no tuviera contacto sin supervisión con nadie menor de 18 años. Sin embargo, no lo cumplió, puesto que mantuvo comunicación con el adolescente B de quien supuestamente
quedó embarazada.
Según Joe Allaman, el fiscal a cargo del caso, la mujer mantenía "una
relación sexual de bastante largo plazo" con el adolescente B, según reportó The Mirror.
"
Cuando él cumplió 16 años entablaron una relación sexual plena
de la cual ella terminó embarazada, para su gran sorpresa porque ella le había dicho que no podía quedar embarazada porque tenía síndrome de ovario poliquístico", sumó.
"De manera sorprendente y, con toda honestidad,
bastante descarada, todo esto estaba sucediendo mientras la señora Joynes estaba en libertad bajo fianza ante este tribunal. Por supuesto, ella no puede negar esa relación sexual porque quedó embarazada del adolescente B y tuvo el hijo", manifestó.
"Cuando él cumplió 16 años entablaron una relación sexual plena de la cual ella terminó embarazada, para su gran sorpresa porque ella le había dicho que no podía quedar embarazada porque tenía síndrome de ovario poliquístico".
Fiscal Allman
"En cambio, ella afirma que la actividad sexual no comenzó hasta que él tuvo más de 16 años y que finalmente la expulsaron de la escuela", añadió.
El adolescente A fue interrogado en el tribunal a través de una entrevista grabada. En la oportunidad le dijo a la policía que Joynes le había dado 10 de los 11 dígitos de su número telefónico y él tenía que adivinar el último como un
"desafío". Cuando lo logró, comenzaron a conversar por mensajes y luego se agregaron a Snapchat, y empezaron a comunicarse por esa red social.
Un día ambos acordaron juntarse después de colegio y la mujer fue a buscar al adolescente A cerca de su casa, según expuso el fiscal, quien agregó que "lo llevó de regreso a Manchester al Trafford Centre, donde fueron al stand de Gucci en Selfridges y
le dijo que podía elegir un cinturón".
Finalmente le compró el accesorio de esa marca por un valor de £345 (casi $400 mil) y, según indicó Allman, en esta ocasión el adolescente
le mintió a su madre para reunirse con la profesora.
Según señaló Joynes, ambos regresaron a su departamento y ella dijo que se había ofrecido a llevarlo a su casa, pero él se negó y le dijo que durmiera en el sofá.
Asimismo, manifestó
que no tuvieron relaciones sexuales, según reportó el mismo medio citado. Sin embargo, hace unos días, se dijo al jurado que tuvieron relaciones dos veces y Allman, estableció que se encontró
evidencia de la actividad sexual al encontrar ADN del adolescente A en las sábanas de la profesora.
En la audiencia que se celebró este lunes, la profesora fue interrogada por el fiscal Allman, oportunidad en la que dijo que
se sentía sola y que "le gustaba" la atención que le daba el adolescente A luego de que
terminara una relación de nueve años y por las restricciones del covid-19.
"Como profesor, nunca debería haber tenido ningún tipo de contacto con un estudiante. Bajé la guardia. Cedí ante la atención que me estaba brindando. Luché enormemente durante el período de covid. Obviamente me sentí sola y me gustó la atención en ese momento, lo cual suena horrible".
Rebecca Joynes
O'Brien, el abogado de la mujer, le preguntó si había algo que ella cambiaría en su comportamiento, a lo que Joynes respondió: "Todo. Como profesora,
nunca debería haber tenido ningún tipo de contacto con un estudiante. Bajé la guardia. Cedí ante la atención que me estaba brindando. Luché enormemente durante el período de covid. Obviamente me sentí sola y me gustó la atención en ese momento, lo cual suena horrible".
Cabe mencionar que mientras estaba suspendida, Joynes admitió haber estado en contacto con el adolescente B a través de Snapchat a pesar de que se le ordenó no tener contacto con nadie menor de 18 años. No obstante, la profesora explicó que tenía
"curiosidad" de que el menor la contactara a través de la red social y que
se hicieron "amigos".
Joynes negó cualquier actividad sexual antes de que el adolescente dejara el colegio. No obstante,
sostuvo que solo tuvieron relaciones después de que a ella la despidieran de su trabajo.
"Me la quitaron 24 horas después de su nacimiento. En este momento tengo contacto con ella tres veces por semana durante tres horas. Eso es todo".
Rebecca Joynes
Más tarde descubrieron que
ella estaba embarazada. Tuvo a su hija pero después de una audiencia judicial de emergencia,
la separaron de Joynes. Cuando fue consultada por la niña, entre lágrimas la mujer manifestó: "
Me la quitaron 24 horas después de su nacimiento. En este momento tengo contacto con ella tres veces por semana durante tres horas. Eso es todo".
La mujer se declaró inocente de los seis cargos que se le imputan: dos de actividad sexual con el adolescente A, dos con el B y otros dos con este último, mientras era una persona que estaba en una posición de confianza. No obstante
el juicio continúa.