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Antes, durante y después de su aplicación: Expertos mencionan los seis errores más comunes cuando se trata de bótox

Un cirujano plástico y dos dermatólogas entrevistadas por El Mercurio, comentaron las equivocaciones más habituales que cometen los pacientes al optar por la toxina botulínica, una sustancia que ha ganado popularidad y que se utiliza para "intentar eliminar líneas de expresión y suavizar arrugas más profundas".

20 de Junio de 2024 | 08:33 | Emol
Es cada vez más frecuente que las personas se apliquen la toxina botulínica, mejor conocida como bótox. "Se animan más a poder disimular las líneas de expresión que ven en el espejo", asegura Eduardo Oyarse, cirujano plástico de la Clínica Alemana, director del centro estético The Spa y coautor del libro "Botox Club".

En el campo de la estética, el bótox se emplea "para intentar borrar líneas de expresión y atenuar arrugas más profundas en tres zonas: patas de gallo, frente y entrecejo. Lo hace mediante la parálisis muscular transitoria y reversible de los músculos implicados en expresiones que generan líneas de expresión y arrugas", precisa.

Cabe destacar que la toxina botulínica dura "entre tres a seis meses, dependiendo de la dosis utilizada y del metabolismo del paciente", explica Cristina Montero, dermatóloga de RedSalud. Hay pocas contraindicaciones para su aplicación, por ejemplo, casos "muy raros" de alergias a la toxina, y no se debe poner en embarazadas ni durante la lactancia, ya que no hay estudios que demuestren que es inocua durante estos períodos, dicen los expertos.

En ese sentido, Montero agrega que "es una técnica segura, sencilla, eficaz y poco invasiva". Aun así hay algunos errores que los pacientes pueden cometer que podrían llevar a un resultado inadecuado. Por eso, expertos en el campo detallan estas equivocaciones y señalan qué hacer.
    1. 1. No tener claras las expectativas
      Es súper importante tener claras las expectativas para no sentirse defraudado y que el resultado después no sea lo que imaginaste", afirma Oyarse. En esa línea, aclara Montero, "la mejor indicación para aplicar la toxina es cuando la arruga es dinámica, es decir, se marca con el movimiento, no cuando está estática y profunda".

      Carmen Gloria Funtes, dermatóloga de la Clínica Ciudad del Mar, coincide: "La mejor edad para (ponerse bótox) es entre los 30 y los 40, por ejemplo; sobre los 65 ya no sería tan aconsejable, no porque haga mal, sino porque no es tan efectivo".
    2. 2. Olvidar suspender antiinflamatorios
      Durante la aplicación del bótox hay un mayor riesgo de sangrado si se está tomando antiinflamatorios, anticoagulantes, vitamina E y Ginkgo biloba, dice Oyarse. "No es un gran problema en el sentido de que el tratamiento vaya a fallar, pero sí te puedes ir con moretones en la cara que van a tardar 10 a 14 días en irse".

      Entonces, el llamado es a suspender estos tratamientos unos días antes de la aplicación, concuerda Fuentes. Sin embargo, recuerda Oyarse, "si la paciente toma anticoagulante, ahí habría que ver si es que se puede suspender, hay que conversarlo con el médico tratante".
    3. 3. No conversar con el inyector
      Conversar con el inyector es de suma relevancia para obtener el resultado que se desea. "En la conversación uno va definiendo conceptos estéticos de cómo es el inyector y qué crees que te puede ofrecer, pero si no conversas, puede que el resultado no sea el adecuado", comenta Oyarse.

      En ese sentido, agrega Montero, "se debe generar una relación de confianza, es decir, sentirte cómodo con la persona que te está inyectando; que tú sientas que compartes sus cánones de belleza".
    4. 4. Atenderse con personas sin entrenamiento
      El resultado puede ser "muy malo", si uno se atiende con alguien que no tiene entrenamiento, afirma Oyarse. "(Lo ideal) es atenderte con un médico, que está dedicado al tema: debe ser cirujano plástico, dermatólogo o tener alguna formación en estos temas de inyectables".

      "Actualmente, están poniendo toxina enfermeras, dentistas y médicos. Y no debiera ser otro tipo de gente. Yo he visto en redes sociales peluqueros, influencers, entre otros", asegura Montero.

      También se debe acudir a un lugar acreditado, dice Oyarse. Coincide Montero: "Las personas se deberían fijar en el centro adonde van, si tiene la certificación de la Seremi de Salud, porque ahí se nota que cumplieron con un proceso administrativo de que tienen las instalaciones necesarias para poder hacer ese tipo de procedimientos inyectables".
    5. 5. Ir al tratamiento apurado
      "Un error es tratar de hacer esto apurado", apunta Oyarse. "Es importante darse el tiempo. Cuando los pacientes llegan corriendo uno ve que la cara está más roja, y tienen más riesgo de que pasen mayor cantidad de hematomas".

      Así también es clave encontrar a un profesional que se dé su tiempo. "Porque si es que te atienden como en línea de producción, también los riesgos aumentan de que los pinchazos van muy rápido y puedas tener un hematoma", añade.
    6. 6. No seguir los cuidados posteriores
      Después del tratamiento, lo ideal es evitar actividades que puedan promover que se desplace el producto, como realizar ejercicio, restregarse la zona o agacharse, durante las cuatro a seis horas posteriores, indica Oyarse.

      Esto se recomienda porque "la toxina todavía no está fija y se puede movilizar. Es decir, si tú lo pusiste en un sector del músculo puede quedar en otro y te puede producir alguna caída de la ceja o algún otro efecto donde uno no quería que actuara", acota Fuentes.

      Asimismo, no hay que exponerse a fuentes de calor, como ir a un sauna, dado que produce vasodilatación y un microhematoma puede convertirse en un gran hematoma, explica Montero.
Fuente: El Mercurio | Contenido: Anna Nador, VCT. | Adaptación y diseño: Johanna Mellado, Emol.
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