Muchas personas en el mundo optan por realizarse tatuajes como una forma de expresar algún significado cultural, sentimental, personal o simplemente por razones estéticas. Sin embargo, el conocimiento sobre los efectos en la salud a largo plazo de este procedimiento que se realiza con una máquina especializada, agujas y tinta es deficiente y no hay una investigación profunda en el área.
No obstante, un reciente estudio elaborado por la Universidad de Lund, en Suecia, señala que estos diseños que se realizan en la piel podrían ser un factor de riesgo para el cáncer del sistema linfático o linfoma.
"Hemos identificado a personas diagnosticadas con linfoma a través de registros de población. Luego, fueron emparejados con un grupo de control del mismo sexo y edad, pero sin linfoma. Los participantes del estudio respondieron a un cuestionario sobre factores de estilo de vida para determinar si estaban tatuados o no", explicó
Christel Nielsen, investigadora del centro educacional y que
dirigió el estudio.
Para la realización del informe, los expertos analizaron los datos de 11.905 personas. De estos, 2.938 padecieron linfoma cuando tenían entre 20 y 60 años. Entre ellos, 1.398 individuos respondieron el cuestionario, mientras que el número de participantes en el grupo de control fue de 4.193. En el grupo con linfoma, el 21% (289 personas) tenía tatuajes, mientras que el 18% (735 sujetos) estaba tatuado en el grupo de control sin este tipo de cáncer, según detalló la universidad.
"Después de tener en cuenta otros factores relevantes, como el tabaquismo y la edad, encontramos que el riesgo de desarrollar linfoma era un 21% mayor entre quienes estaban tatuados", aseguró Nielsen.
"Es importante recordar que el linfoma es una enfermedad rara y que nuestros resultados se aplican a nivel grupal. Los resultados ahora necesitan ser verificados e investigados más a fondo en otros estudios y dicha investigación está en curso", agregó.
Adicionalmente, los investigadores tenían la hipótesis de que el tamaño del dibujo corporal podía incrementar las probabilidades de contraer linfoma. Sin embargo, y de forma inesperada, el área de la superficie tatuada en el cuerpo resultó no importar.
"Solo se puede especular que un tatuaje, independientemente del tamaño, provoca una inflamación leve en el cuerpo, que a su vez puede provocar cáncer".
Christel Nielsen, investigadora que dirigió el estudio
"Nos sorprendió ver que no había un aumento adicional del riesgo entre aquellos que tenían tatuajes muy grandes, que era algo que esperábamos ver.
Al contrario, vimos que bastaba con un solo tatuaje", comentó la investigadora.
"Aún no sabemos por qué fue así. Solo se puede especular que un tatuaje, independientemente del tamaño, provoca una inflamación leve en el cuerpo, que a su vez puede provocar cáncer. Por tanto, el panorama es más complejo de lo que pensábamos inicialmente", agregó.
El informe establece que la mayoría de las personas se realizan su primer tatuaje a una edad temprana, lo que significa que se está expuesto a la tinta durante gran parte de la vida, pero las investigaciones no han indagado en profundidad los efectos a largo plazo de estos diseños en la piel en la salud. En ese sentido, los científicos creen que es crucial realizar más estudios sobre el tema.
Pero lo que sí se conoce en que "cuando la tinta del tatuaje se inyecta en la piel, el cuerpo lo interpreta como algo extraño que no debería estar ahí y el sistema inmunológico se activa. Una gran parte de la tinta se transporta desde la piel hasta los ganglios linfáticos, donde se deposita", manifestó la misma experta.
"Cuando la tinta del tatuaje se inyecta en la piel, el cuerpo lo interpreta como algo extraño que no debería estar ahí y el sistema inmunológico se activa. Una gran parte de la tinta se transporta desde la piel hasta los ganglios linfáticos, donde se deposita".
Christe Nielsen, investigadora que dirigió el estudio
El grupo de la Universidad de Lund,
procederá a averiguar si existe alguna relación entre los tatuajes y otros tipos de cáncer y además quieren seguir indagando si es que los dibujos en la piel podrían tener un vínculo con otras enfermedades inflamatorias.
"Es probable que la gente quiera seguir expresando su identidad a través de los tatuajes y, por lo tanto, es muy importante que nosotros, como sociedad, podamos asegurarnos de que sea seguro. Para el individuo, es bueno saber que los tatuajes pueden afectar su salud y que debe acudir a su proveedor de atención médica si experimenta síntomas que cree que podrían estar relacionados con su tatuaje", estableció Nielsen, la investigadora que dirigió el estudio.