Los cocodrilos de estuario (Crocodylus porosus), los más grandes del mundo, abundan en la región tropical del norte de Australia.
El Mercurio (imagen referencial)
La Policía australiana informó este miércoles que
busca a una niña de 12 años que desapareció mientras
nadaba en un riachuelo infestado de cocodrilos en una remota comunidad aborigen del norte del país.
La menor fue vista por última vez nadando en el riachuelo
Mango Creek, en la comunidad Nganmarriyanga, anteriormente conocida como Palumpa y que está situada a unos 357 kilómetros al suroeste de la ciudad australiana de Darwin, de acuerdo a un comunicado publicado hoy por la Policía del Territorio Norte.
"Según los primeros informes, la niña fue atacada por un cocodrilo", agregó la Policía del Territorio Norte, cuya capital es Darwin, al agregar que los
equipos de búsqueda y rescate aún no han dado con la menor.
Cabe mencionar que en la región tropical del norte de
Australia abundan los
cocodrilos de estuario (Crocodylus porosus), la especie de cocodrilo más grande del mundo, que pueden llegar a medir hasta
seis metros y pesar más de 1.000 kilogramos.
Esta abundancia se
debe a que
fueron
declarados una especie protegida en 1971 cuando quedaban unos 3.000 ejemplares silvestres por la caza indiscriminada de este reptil.
Las medidas de protección permitieron que la población de cocodrilos de estuario
se recuperara en el Territorio Norte hasta alcanzar unos 100.000 ejemplares en la presente década.
Según recoge el medio ABC España, el éxito de las acciones trajo consigo un aumento de ataques de cocodrilo a humanos, que aunque son
esporádicos no son desconocidos en el norte australiano y algunos de ellos han sido mortales.
El último informe oficial del NCIS (Sistema Nacional de información Colonial de Australia y Nueva Zelanda) indica que al año ocurren 541 muertes al año relacionadas con ataques animales en el país.
Los cocodrilos ocupan la última posición del ranking con un promedio de 21 muertes al año. Adelante de ellos están los tiburones (27 muertes) y las serpientes (37 muertes). Sin embargo, los caballos ocupan el primer puesto con 172 muertes, en su mayoría por caídas del jinete.