La madre estuvo encima del menor durante cinco minutos.
Captura NWI Times.
Una mujer de Indiana, Estados Unidos, está
acusada de homicidio imprudente por la muerte de su hijo
adoptivo de 10 años, luego de que se acostara encima del menor durante
varios minutos, según informan los documentos judiciales obtenidos por diferentes medios locales.
Los archivos también indican que ella pesaba
154 kilogramos, mientras que el niño llamado Dakota Levi Stevens solo
41 kg.
Asimismo, establecen que la autopsia reveló que la
causa de muerte del pequeño fue asfixia mecánica y su deceso se declaró
como homicidio, según dictaminó la oficina forense del condado de St. Joseph.
El trágico hecho ocurrió en abril pero la mujer identificada como
Jennifer Lee Wilson, de 48 años, fue detenida durante los últimos días por agentes del sheriff en el suroeste de Michigan, justo al norte de la frontera con Indiana, según dijeron las autoridades.
El arresto según fue posible gracias a una cámara lectora de patente que detectó su auto, días después de que se emitiera una orden judicial, según reportó NBC Chicago. De ser declarada culpable, podría enfrentar hasta seis años de prisión.
Estuvo encima del niño durante 5 minutos
Según una declaración jurada de causa probable -citada por el medio NBC Chicago e Indy Star- que se presentó el 8 de julio, cuando los oficiales del Departamento del Sheriff del Condado de Porter acudieron a la calle 200 de Falcon Way en Valparaíso (Indiana) -la residencia de la mujer-,
el niño ya no tenía pulso ni respiraba. Además, observaron que tenía
moretones en la parte inferior del cuello y en el área del pecho.
Además, cuando llegaron al lugar de los hechos, Wilson parecía "
visiblemente angustiada", mientras los servicios de emergencia intentaban salvar al niño.
El menor fue trasladado a un hospital cercano, donde le realizaron una tomografía computarizada que mostró que tenía una
grave hinchazón en el cerebro que podría "ser consistente con una falta de oxígeno durante un período prolongado de tiempo", según establecen los documentos. Levi Stevens falleció
dos días después, tras ser desconectado del respirador artificial.
Jennifer Lee Wilson fue interrogada por la policía y aseguró que el niño se despertó agitado durante ese día (25 de abril) y que se negó a realizar sus tareas. Debido a esto, la madrastra le prohibió salir del hogar, sin embargo, estableció que
Dakota se escapó y lo llevó a la casa después de encontrarlo donde un vecino.
Cuando llegaron, el menor se
"comportó mal" e iniciaron una discusión, por lo que decidió acostarse
encima de su hijo adoptivo para sujetarlo y mantenerlo bajo control mientras llamaba a su asistente social, según la declaración jurada recogida por el medio local Indy Star.
"Wilson declaró que cuando ella intentó impedir que se fuera, no sabe si abordó a Dakota o si cayeron al suelo,
pero su intención era sujetarlo", afirma el expediente judicial.
Sin embargo, el niño
comenzó a gritar y finalmente dejó de moverse. En un comienzo, Jennifer Lee Wilson señaló a los funcionarios policiales que pensaba que el pequeño
estaba mintiendo, pero cuando le giró sus párpados estabas pálidos. Además, de reconocer que se puso sobre el niño, sostuvo que estuvo encima él
durante cinco minutos.
Algunos videos de las cámaras de seguridad, y según el expediente judicial, muestran al niño
llorando y gritando mientras Wilson está sobre él. En uno de los clips se ve a la mujer con una rodilla frente al niño y dice ¡Dakota! varias veces. Cuando no responde, le pide a otro de sus hijos que llame al 911.
Es importante destacar que según reportó NBC Chicago, los agentes se contactaron con una vecina
que declaró que Dakota fue a su casa minutos antes de la tragedia y le suplicó que lo adoptara porque señaló que sus padres le golpearon la cara. Sin embargo, manifestó que no vio ninguna lesión en el menor.
Dakota no era legalmente hijo de Wilson y
estaba bajo su cuidado mediante el régimen de "foster care" (o acogida familiar), en el que una persona autorizada por el estado recibe a uno o más menores hasta que sean llevados a hogares permanentes.